Dentro de las estrategias implementadas por la administración Trump para hacer frente al régimen de Maduro, el martes 21 de julio, el secretario de estado anunció que se ofrece una recompensa de 5 millones de dólares por la entrega o captura del presidente del TSJ, Maikel Moreno, así como su esposa Debora Menicucci.
Según manifestó el portavoz de la Casa Blanca, esta recompensa está enmarcada en el programa contra el crimen organizado transnacional. También dijo que se ha demostrado que Moreno es cómplice directo del dictador Nicolás Maduro y actor necesario para cometer hechos de corrupción, lo que va en contra de los principios fundamentales de la lucha contra la corrupción.
Moreno, el último objetivo de la Casa Blanca contra la corrupción de Maduro
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Maikel Moreno
Este personaje es, sin lugar a dudas, uno de los funcionarios públicos más cuestionados del régimen de Nicolás Maduro. A pesar de tener un doctorado en derecho constitucional, es más recordado por haber asesinado a una mujer en el Estado Bolívar, al Sur de Venezuela, mientras trabajaba en la extinta DISIP.
Luego de pagar dos años de prisión por este crimen, Maikel ingresa al sistema judicial venezolano como juez y es señalado de pertenecer a una organización criminal conocida como “La banda de los enanos”.
Esta organización delictiva, se encargaba de ocultar jurídicamente hechos de corrupción cobrando por otorgar libertad a los indiciados. Sin embargo, no se le pudo comprobar dicha acusación.
En el año 2014 es nombrado magistrado de la sala de casación penal y, en el 2015, fue electo primer vicepresidente del Tribunal Supremo de Justicia. Así mismo, desde el año 2017 asume la presidencia de esta institución.
A partir de ese momento, Moreno se transformó en aliado incondicional del régimen de Maduro dándoles carácter legal a todas las acciones y atropellos del dictador en contra del pueblo venezolano.
De qué se acusa a Maikel Moreno
Moreno es acusado de recibir soborno a cambio de otorgar decisiones judiciales, archivar casos o poner en libertad a detenidos utilizando el tráfico de influencia.
Según Mike Pompeo, se ha comprobado que existen más de 20 procedimientos judiciales en donde Moreno cambió las decisiones a favor de las personas de las que recibió soborno.
Otro hecho por el que se le señala, es de haber respaldado a Nicolás Maduro con la desincorporación de diputados a la asamblea nacional, generando de esta forma una acción de desacato que llevó a la anulación de la misma y que permitió al dictador la creación de una Asamblea Nacional paralela con el fin de darle visos legales a su gestión.
Por otra parte, el hecho de que el TSJ haya sido quien escogiera el Consejo Nacional Electoral, convierte a Maikel Moreno en el responsable directo de conspirar para violentar la voluntad popular.
Aunque el presidente del TSJ se encontraba en la lista negra del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, ahora su caso tomó carácter penal. En tal sentido se le requiere comparecer ante la justicia estadounidense para que haga frente a todos los delitos que se le imputan. Así mismo, el departamento de estado acusa a la esposa de Moreno de los mismos cargos que a él se le imputan.
Ofensiva de los Estados Unidos contra el gobierno de Maduro
Los Estados Unidos, desde hace algún tiempo, han emitido una serie de reportes donde ofrece recompensa por la entrega o captura de distintos funcionarios adscritos al régimen venezolano.
Entre ellos el propio dictador Nicolás Maduro por quien se ofrecen 15 millones de dólares, la misma cantidad se ofrece por el segundo hombre del régimen, Diosdado Cabello y por el vicepresidente, Tarek El Aissami, 10 millones de dólares. A estos personajes se les acusa de narcoterrorismo.
Entre tanto a Maikel moreno, aunque no se le ha señalado por el mismo delito, el departamento de estado ha dicho que las investigaciones prosiguen, por lo que en cualquier momento puede añadírsele el delito de narcotráfico a la lista de los que ya posee el presidente del TSJ.
Con esta ofensiva, el gobierno de Donald Trump está cerrando todos los caminos de los funcionarios más cercanos al régimen de Maduro y es muy probable que esto lleve a cualquiera de los señalados por el departamento de estado, a querer negociar con el fin de abandonar su cargo.
Lo que no se entiende hasta la fecha es que la oposición, liderizada por Juan Guaidó, no haya sabido capitalizar estas acusaciones hechas por parte del departamento de estado a los funcionarios del régimen y que por el contrario, durante los últimos meses hayan demostrado que como oposición no pueden ponerse de acuerdo.
Esto, sin duda alguna, ha generado que su poder de convocatoria se haya ido diluyendo, incluso encontrando en algunos sectores de la población más rechazo que aprobación.
Futuro de Maikel Moreno
Maikel Moreno ya se encuentra en la lista de los más buscados por los Estados Unidos y ya debe aparecer en INTERPOL con alerta roja. Esto significa que si Moreno o su esposa abandonan el país, inmediatamente serán apresados y extraditados a la nación norteamericana.
A pesar que la esposa de Moreno Pérez no es funcionaria del régimen, la Casa Blanca dice tener pruebas suficientes que la señalan como parte de un entramado de corrupción.
Moreno rechazó las acusaciones como era de esperar, en tal sentido dijo que el gobierno del presidente Trump solo busca subvertir la institucionalidad democrática. También dijo que es una cobardía involucrar a su esposa en acciones ilegales cuando el único delito que ha cometido según los Estados Unidos, es haberse casado con él.
Entre tanto, se conoce que Maikel Moreno ha coqueteado con la oposición venezolana, incluso ha realizado algunos contactos con líderes, como el mismo Juan Guaidó, con el fin de alejarse del oficialismo.
Sin embargo, actualmente no se cree que esto vuelva a suceder ya que cualquier persona que ayude o respalde a un perseguido por la justicia estadounidense, inmediatamente se convierte en cómplice y sería objeto de sanciones.
En todo caso al presidente del TSJ, no le queda más remedio que mantenerse firme junto a Maduro si no quiere pasar los últimos años de su vida en una cárcel de los Estados Unidos.