Cuando Estados Unidos envió a sus tropas a territorio afgano, nunca se imaginó que se iba a presentar una situación sin salida política ni militar.
Por un lado, los talibanes siguen manteniendo fuerte presencia en el país y, por otra parte, el gobierno ha cometido una serie de desaciertos que han llevado a una parte de la nación a apoyar a los rebeldes.
Todo lo que hay que saber sobre el acuerso entre Estados Unidos y Afganistán
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Callejón sin salida
Estados Unidos ve con preocupación que no existe ningún avance en cuanto a las conversaciones entre gobierno y grupos disidentes o rebeldes talibanes. Esto está generando una guerra interminable de gran costo político y económico para la nación estadounidense.
Como se recordará, el exmandatario Donald Trump firmó una tregua con los rebeldes de Afganistán. La finalidad de esto fue sentarse a negociar concesiones de ambos bandos para tratar de lograr la paz.
Sin embargo, según fuentes de inteligencia, los grupos irregulares siguen realizando actos terroristas en contra de la comunidad afgana y de las tropas de los Estados Unidos.
Si esto es así, a la administración Biden se le presenta un callejón sin salida ya que si incrementan la presencia militar en Afganistán, el presidente demócrata estaría faltando a una de sus promesas electorales. Pero, además, lo más seguro es que no contara con el apoyo de su partido.
Por otro lado, si no envía personal militar, los grupos terroristas que hacen presencia en suelo afgano podrían fortalecerse y organizarse para perpetrar ataques en los Estados Unidos.
Ante esta situación, la Casa Blanca informó que revisará que no se haya roto el acuerdo de paz firmado entre los rebeldes talibanes y la administración del exmandatario Donald Trump.
Como se recordará, a los talibanes se les solicitó reducir la violencia en Afganistán, cortar lazos con grupos terroristas y sentarse a negociar con el gobierno. Si todos estos puntos eran cumplidos, Estados Unidos debería abandonar el territorio afgano antes del 31 de mayo del 2021.
Aunque en la actualidad solo existen 2.500 soldados estadounidenses en Afganistán, este número podría incrementarse si la administración Biden considera que el acuerdo ha sido violado.
Posibilidad de paz en Afganistán
Durante más de 20 años el territorio afgano ha vivido un serio conflicto social y político. Los rebeldes atacan constantemente al gobierno y a la población civil, sin importar los daños colaterales que esto ocasione.
Por su parte, el gobierno se ha visto incapaz de hacer frente a la situación y reducir los niveles de violencia. Por ello algunos internacionalistas estiman que el proceso para alcanzar la paz será largo y muy complejo ya que ninguna de las partes quiere ceder en cuanto a sus pretensiones.
Se han presentado ataques selectivos donde han sido víctimas periodistas, activistas políticos e incluso intelectuales. Y, aunque el gobierno señala a los talibanes como responsables, estos en ningún momento han asumido la autoría de dichos ataques.
En este sentido se podría estar presentando una disidencia en los talibanes, compuesta por un grupo que no desea la firma de la paz y que aspira a seguir en la lucha armada en contra del gobierno afgano.
Es por ello que no es difícil prever que el camino a la paz será muy difícil y que existe mayor probabilidad de que la tregua entre gobierno y rebeldes se rompa y se regrese a una situación abierta de conflicto armado.
Aunque las negociaciones se iniciaron el 12 de septiembre del 2020, hasta la fecha no se han presentado avances al respecto y la población considera que el actual gobierno busca un acuerdo de tipo político con el fin de garantizar su permanencia en el poder, sin importar el sufrimiento de los afganos.
Tanto los rebeldes como el gobierno aspiran establecer un sistema islámico constitucional e inclusivo, algo que parece que no será viable a corto plazo, ya que los intereses de quienes están sentados en la mesa de negociación, al parecer, son más importantes que la consecución de la paz.
El detonante
Aunque el gobierno de Estados Unidos desea firmemente que tanto los rebeldes talibanes como el gobierno afgano puedan compartir el poder y formar una cooperación política que beneficie al pueblo, no pueden olvidar el atentado contra el World Trade Center perpetrado por Al Qaeda, que se encontraba protegido por el régimen talibán.
Todo esto genera una matriz de opinión dividida entre los ciudadanos estadounidenses, quienes consideran que con la muerte de Osama Bin Laden se vengó la afrenta sufrida el 11 de septiembre del año 2001.
Sin embargo, otro grupo piensa que mientras las fuerzas rebeldes afganas continúen haciendo vida en ese país, existe la posibilidad que en Estados Unidos se vivan nuevos atentados.
En la actualidad, se sabe que los talibanes cada vez controlan mayores regiones afganas y que el gobierno de Ashraf Ghani se ha mostrado incapaz de resolver la expansión de estos grupos irregulares.
Dicho de otra manera, se espera que el gobierno de los Estados Unidos concluya lo que inicio el 7 de octubre de 2001, y es la erradicación total de los grupos rebeldes de Afganistán.
Estrategia de la administración Biden
Hasta la fecha desde la Casa Blanca no han emitido ningún comunicado sobre como evitará el resurgimiento de Al Qaeda o del estado islámico en Afganistán. Lo que sí es un hecho es que deben estar totalmente convencidos que el proceso de paz será un éxito si deciden sacar todas sus tropas de suelo afgano.
En tanto, la administración Biden expresó que se estaba haciendo un esfuerzo diplomático, robusto y regional, con el fin de lograr un alto al fuego. La intención es acabar con los grupos terroristas y poner fin al conflicto.
Se espera, próximamente, que el Departamento de Estado emita un comunicado en el que exprese si cumplirá con la salida programada de todas las tropas estadounidenses o, si por el contrario, enviará un nuevo contingente de soldados para hacer frente a los grupos irregulares.
Cuando el líder talibán, Abdul Baradar, firmó el pacto de paz, expresó que era el inicio de un largo camino. Sin embargo, dijo que tenían la voluntad de recorrerlo con el fin de lograr la paz. Al parecer esto tan solo fueron palabras que se dijeron para hacer creer a la comunidad internacional que los grupos talibanes depondrían las armas.
Lo que sí es cierto, es que a partir del mes de mayo se conocerá si se cierra el capítulo de la guerra afgana o, si por el contrario, se abre un nuevo episodio de sufrimiento para Afganistán.