“Dollhouse” de Fardou Keuning e “Hiper espejo sonoro con eco modular en lontananza” de Antonio Alvarado se inauguró ayer 8 de Agosto en el Museo La Neomudejar de Madrid y estará visitable todo el mes hasta septiembre.
Instalación, escultura, performance, fotografía y pintura. Una combinación de la cultura Pop y las culturas más antiguas como el animismo o el vudú que dialogan con el contenedor de un Museo que se desmarca apostando por nuevos lenguajes y miradas a artistas del off.
La cita se prolongará hasta el 9 de septiembre, en esta exposición “Dollhouse” de la artista Holandesa Fardou Keuning que abrirá desde este miércoles una refrescante temporada de verano en el Museo La Neomudejar de Atocha, junto a un trabajo sonoro del artista Antonio Alvarado: “Hiperespejo sonono con eco modular en Lontananza” -El eco es un espejo sonoro comenta Antonio. Y como todo espejo, la imagen que nos devuelve esta distorsionada. El sonido original es a la vez un reflejo de su propio reflejo, mezclado con los sonidos del otro lado, un mundo que en ocasiones desconocemos. Antonio Alvarado es uno de los artistas precursores del arte electrónico en España y su obra abarca espectros muy diversos desde la performance, el video o como en esta ocasión la instalación sonora.
El trabajo de Fardou Keuning sin embargo, se inspira en referentes internacionales como en la seríe de muñecos vudú haitianos de Marianne Lehmann, el libro el imperio de la muerte de Paul Koudounaris, la fiesta de los muertos Mexicano o inspirada tambien por los artistas David laChapelle, Kienholz, James Ensor y Ryan Trecartin.
“Intenté volver a la base, al comienzo, relata Fardou, a la idea que la materia puede tener alma”. El concepto del animismo acompaña la trayectoria de esta artista singular que recorre el espectro del Art Brutt como base fundamental de su trabajo.
He intentado atrapar el momento donde he dado vida al material, a una representación de una figura humana, de un idea, de un compañero imaginario, de un ser de otro nivel energético”. La fuerza escultórica de la obra de Keuning, según sus palabras, va más alla del hecho artístico: Cuido de mis muñecos, les doy de comer y les organizo un hogar. Llegaron a residir en centros culturales y museos, donde se empeñan en llamarle a su estancia “instalación”. Nos hemos mudado con frecuencia, a varios países y a varios museos. Mis criaturas son frágiles y los viajes y los cambios obviamente les afectan. Tuve que dejar amigos detrás, porque no les podía llevar conmigo. Algunos se quedaron en Tanzania, Argentina y Países Bajos. Antes de separarnos nos hacemos fotos. Para tener un recuerdo del momento, de la “instalación”, de mi diálogo.
El Trabajo de Fardou inquieta, asombra y muchas veces asusta. Sus “seres” sus monstruos habitan un imaginario que por voz de la propia artista, se sienten comodos en el Museo La Neomudejar. Tal vez decidan fijar su residencia de manera permanente, sin papeles ni pasaportes validados.
Su estancia y presencia este verano en el Museo nos hará reflexionar sobre muchos aspectos, políticos, sociales, de convivencia y de asombro