Pocos son los que prestan atención a aquello que les rodea y, sin embargo, tanto los que lo hacen como los que no, son conscientes de que se encuentran más cómodos en unos espacios que en otros.
Los colores, las formas, la iluminación, los materiales, el mobiliario, todo lo que forma parte de un espacio, lo que se ve y también aquello que no, influye de forma notable en las personas. Y he ahí donde radica la importancia del diseño de interiores, pues “su objetivo fundamental es crear espacios atemporales, dinámicos, funcionales, atrevidos, sofisticados y coherentes con aquello que los rodea, mediante la correcta combinación de texturas, materiales y colores, para, de este modo, proporcionar una agradable experiencia que haga vibrar a cualquiera que interactúa con el espacio. Algo que no será posible sin escuchar a las personas” comenta Carola Closa, prestigiosa arquitecta y diseñadora de interiores española.
¿Cómo influyen los espacios y su decoración en nuestras vidas?
Lo esencial a la hora de crear un espacio es que sirva para aquello que ha sido diseñado, pues, de poco sirve crear un dormitorio realmente espectacular si no se dota de una cama para poder descansar o si el espacio en sí no proporciona la tranquilidad necesaria que permita conciliar el sueño.
Y es que, aunque muchos crean que el interiorismo busca solo crear espacios bonitos a la vista, que también, lo cierto es que el trabajo de estos profesionales va mucho más allá, siendo su objetivo fundamental la creación de espacios que hagan felices a las personas.
“Al hablar de interiorismo se debe diferenciar entre elementos visibles e invisibles. Y aunque todos influyen en mayor o menor medida en nuestro estado anímico, no deja de resultar sorprendente que uno de los grandes moduladores emocionales sea uno de los elementos denominados invisibles, concretamente, la iluminación. Una afirmación que tiene base científica”.
Asimismo, el hecho de que los interioristas creen un pequeño espacio verde en muchas de las viviendas ubicadas en las grandes urbes se basa en un estudio en el que se afirmaba que la observación de paisajes verdes desde la ventana del hogar estimula la memoria y atención de los más pequeños, a la par que proporciona un efecto relajante en los adultos.
Todo esto no hace sino confirmar que los diseñadores de interiores son grandes profesionales con enormes capacidades de adaptación y reciclaje, una especial sensibilidad y un oído excepcional.
Y es que, pese a que a simple vista pueda resultar sencillo, lo cierto es que ser capaz de crear aquello que los clientes buscan es en ocasiones complicado, especialmente cuando se trata de más de una persona y los gustos son muy distintos. Sin embargo, “cuanto más complicado es el proyecto, mayor es el reto y, también, mayor la satisfacción de proporcionar un espacio que haga realmente felices a los clientes a la par que cumple todas y cada una de las funciones para las que fue creado”.
Así que, no lo dudes, si deseas aportar un poquito más de felicidad a tu vida, apuesta por el interiorismo, apuesta por un profesional de calidad.