El internet de las cosas está siendo una verdadera revolución en los hogares. No solo mejora la eficiencia energética y la seguridad sino que es una herramienta que acaba por traer también confort y control de muchos aspectos domésticos.
Para poder convertir una casa en inteligente, es necesario contar con profesionales capaces de orientar y planificar los objetivos para que funcione todo a la perfección.
“Es una tendencia al alza. Poder controlar con la domótica la casa en aspectos como las persianas, la calefacción o termostato de aire acondicionado, los controles de acceso o incluso las luces está cambiando por completo el concepto de hogar” explican desde Electronieto.
Crear un ecosistema doméstico parte de un dispositivo que lo controle. Ya sea Alexa, Google Home, el Apple Homekit o el Samsung SmartThings, estos dispositivos permiten centralizar en una única aplicación todas las opciones del domicilio, facilitando su uso y añadiendo progresivamente los avances que puedan irse instalando.
Comenzar con bombillas inteligentes que se controlen con la voz o con la app del teléfono, un termostato que permita desde el móvil poner en marcha la caldera o el aire acondicionado para que al llegar la sensación térmica sea la deseada y el control térmico sea eficiente durante el día o incluso persianas que puedan subirse y bajarse dependiendo de la hora para dejar entrar más o menos luz al domicilio es un comienzo.
Una vez se controla bien este sistema domótico, se pueden ir añadiendo otros como las cerraduras inteligentes o incluso la instalación de cámaras de seguridad, sensores de movimiento que enciendan las luces, enchufes inteligentes o incluso sistemas capaces de controlar el gasto energético conociendo el consumo de cada electrodoméstico.
“Lo más importante es que un especialista sea capaz de diseñar un control que no ponga en riesgo el que haya una sobrecarga que deje sin luz la vivienda. Esa es una de las claves, que todo lo que se vaya conectando cumpla con los requisitos de tarifa y de potencia contratada para evitar lo que vulgarmente llamamos saltar los plomos. Eso dejaría la vivienda vulnerable” explican.
A esto, además, hay que sumar una correcta seguridad de la red doméstica ya que la mayoría van conectados directamente a la red Wi-fi. Actualizar todas las medidas de seguridad informáticas para evitar posibles vulnerabilidades es otro de los consejos que hay que tener en cuenta para garantizar la inviolabilidad de una vivienda inteligente.
La ventaja: la comodidad y capacidad de control que se consigue, mejorando el gasto energético.
