Hemos automatizado tanto el acceso a una web que no nos damos cuenta de que el nombre del dominio lo asociamos a una oferta comercial o a una oferta de compra. Si vas a comenzar tu andadura en Internet, te ofrecemos algunos consejos esenciales que te ayudarán a elegir la mejor alternativa para triunfar con tu proyecto.
La elección de la palabra ideal
En ocasiones, se realiza una tormenta de ideas, se llega a un término, se intenta registrar y no es posible terminar el proceso. Para ello, es importante confiar en una empresa que ofrezca una útil herramienta para conocer cuáles son los dominios libres más adecuados. Recordamos que al nombre hay que añadirle una extensión concreta. El agotamiento de las que especifican el país, como «.es», ha llevado al uso de términos más temáticos que ayudan a los buscadores a clasificar cada web con más facilidad. El objetivo no es otro que facilitarles a los usuarios potenciales la visita y la asociación de ideas necesaria para vivir una experiencia más completa. De esto se trata, de crear un espacio virtual único en el que quien confíe en tu propuesta se sienta como en su propia casa.
Y es que al elegir un dominio web hay que valorar aspectos diversos como el empleo de una palabra corta, que no incluya signos ortográficos y que represente el nicho de mercado de la empresa. Jugar con las sílabas, evitar las grafías complicadas y buscar la sonoridad de la palabra son aspectos que ayudan muchísimo a obtener el mejor resultado posible. Repasa los nombres de las páginas web que visitas y concluirás que hay un patrón evidente que se centra en la musicalidad de las palabras, en la claridad de los conceptos y en concretar el tipo de servicios u oferta comercial que se ofrece.
Diseño, contenidos, SEO y trabajo
Cuando uses tu potencial como secreto de tu éxito y tengas elegido el nombre de tu sitio web es cuando empieza el trabajo de verdad. En primer lugar, has de asegurarte que el diseño sea funcional, que no tarde demasiado en cargar (te ayudará un buen servidor dedicado) y que los contenidos sean algo más que una simple descripción de cada producto o servicio. Luego, has de diseñar una estrategia de SEO y trabajar continuamente para que los buscadores tengan en cuenta que tu propuesta está ahí y que ofrece las mejores respuestas a quienes formulan una pregunta relacionada con tu sector.
A partir de ahí, la temática de tu web puede ser desde explorar la naturaleza, vender productos concretos o divulgar tus conocimientos. Lo importante es conseguir que cualquier persona asocie lo que haces con el nombre de tu web. La palabra que selecciones debe ser sinónimo de lo que ofreces y no has de limitarte a informar de un tema concreto, sino a crear un ambiente personalizado que se adapte a los gustos personales de cada cliente. El reto parece complicado, pero tu talento te ayudará a encontrar las claves para sacarle el máximo partido a tus propuestas.