Pekín lanzó recientemente una fuerte acusación contra el gobierno de Joe Biden, cuando lo tildó de paranoico y proteccionista por querer impulsar la aprobación de una ley para el desarrollo de tecnologías claves, que competirán con ellos.
Según expresó el gobierno de Xi Jimping, a través del aparataje oficial de noticias del régimen, la ley tan solo muestra que la mentalidad de Guerra Fría y prejuicios ideológicos se mantienen vigentes, y que los Estados Unidos de Norteamérica han demostrado, una vez más, su egoísmo ante el mundo.
Todo lo que hay que saber sobre los nuevos planes comerciales de Estados Unidos
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Ley de innovación y competencia
Desde el año 2019 y hasta la fecha, se ha presentado en el mundo una especie de escasez de semiconductores que incide directamente en la producción de automóviles en Estados Unidos. Este problema amenaza con agravarse, lo que podría golpear seriamente uno de los pilares de la economía americana.
Por esta razón se ha presentado ante el senado un proyecto de ley con el que se busca incentivar el desarrollo de tecnologías para, de alguna manera, suplir el faltante de chips. Asimismo, se prevé ampliar áreas claves tales como la ciencia cuántica y la inteligencia artificial.
Para el líder de la mayoría del senado, Chuck Schumer, esta ley tan solo pretende estimular la investigación científica y mejorar las innovaciones tecnológicas, no solo para esta generación sino también para las subsiguientes.
Bajo ningún concepto se pretende crear un monopolio en el mercado mundial sino que, por el contrario, se busca detener la creciente amenaza de China en el sector industrial internacional.
Por su parte, el presidente Joe Biden manifestó que se ha dado inicio a la competencia para ganar la supremacía tecnológica en el siglo XXI, y que, así como muchos otros países han invertido grandes sumas de dinero en este sector, Estados Unidos no puede quedarse atrás.
Se espera decisión en la Cámara de Representantes
Una vez promulgado el proyecto de ley en el Senado de los Estados Unidos, le corresponde el turno a la Cámara de Representantes, donde deberá ser analizado y discutido para su posible aprobación.
Ante esto, la secretaria de comercio de los Estados Unidos manifestó que se ha dado un paso importante para mantener a la nación como líder mundial en innovación.
Asimismo, señaló que, si bien es cierto que este proyecto de ley no solucionará de manera inmediata la falta de chips o semiconductores, a medio plazo eliminará la emergencia existente de estos insumos en el sector tecnológico.
Por su parte, los representantes demócratas han expresado que es una responsabilidad de la Cámara aprobar en el menor tiempo posible este plan de desarrollo.
¿Qué tan ambicioso es el plan?
Este proyecto de ley estipula una inversión aproximada de 250.000 millones de dólares, que serán utilizados directamente para la investigación y desarrollo tecnológico dentro de los Estados Unidos.
Todo esto con miras de incrementar el nivel de competitividad de la nación, de forma tal que pueda disminuirse el poderío industrial y militar que ostenta el gigante asiático.
De la partida, se han reservado 50.000 millones de dólares, que serán administrados directamente por el departamento de comercio para estimular a nuevos emprendedores.
Estos deberán presentar alternativas viables para la fabricación de chips o semiconductores que puedan ser utilizados en las áreas civiles y militares de forma indistinta.
Tanto demócratas como republicanos han coincidido en que la verdadera fortaleza de este plan es eliminar al máximo la dependencia que tienen los norteamericanos con China, en cuanto a la compra de este tipo de insumos.
Este proyecto se gestó debido a que las empresas proveedoras encargadas de enviar dichos chips a América no han cumplido con las entregas pautadas.
Debido a esto se ha generado una ralentización en el despertar del aparato productivo, situación está que no puede permitirse justo en estos momentos, cuando la economía ha comenzado la recuperación después de la pandemia del Covid-19.
De igual manera, dentro del proyecto de ley se destinaron 300 millones de dólares a tomar las acciones necesarias para bloquear la compra de drones que son fabricados por empresas estatales chinas. Los senadores estadounidenses estiman que esto, a la larga, contrarrestará el poderío del Partido Comunista Chino (PCCh).
Delirio paranoide
El gobierno chino dijo que Estados Unidos tiene un amigo imaginario, propio de un enfermo que sufre delirios paranoides. De igual manera manifestó que de llevar a cabo la aprobación y puesta en marcha de dicha ley, las relaciones entre ambos países podrían verse seriamente afectadas.
Por su parte, un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China expresó que el plan que piensa aplicarse tiene claras señales de mentalidad de Guerra Fría, y que debe tenerse en consideración el deseo de la ciudadanía de poder realizar intercambios comerciales de manera libre y segura.
Asimismo, comentó que la ley en sí distorsiona totalmente los hechos y tan solo busca difamar la imagen comercial de China ante la comunidad internacional.
Ante esto, el comité permanente que forma parte del PCCh ha manifestado que ya se encuentran estudiando la aprobación de una ley, de tal manera que pueda neutralizar no solo las pretensiones de los Estados Unidos, sino también las sanciones impuestas por otros países de Occidente.
Sin posibilidad de éxito
Un vocero del comité de expertos de la Asociación China del Comercio Internacional, expresó que, aunque la ley no se ha puesto en acción, ya está condenada al fracaso, y que esto se debe a que los más perjudicados serán los empresarios estadounidenses, quienes verán seriamente mermada su capacidad de producción al no contar con los semiconductores.
De igual manera manifestaron desde ese organismo que desde el punto de vista ético, este plan causará graves problemas, ya que rompe con todas las reglas del mercado mundial.
Por su parte el gobierno de Xi Jimping dijo que la distribución de los chips siempre se ha realizado mediante una cadena global de suministros, y que su intención ha sido que participen diversos sectores de la economía mundial, aseverando que los Estados Unidos pretenden establecer una cadena centrada en sus propios intereses.