La Unión Europea, por medio del Consejo de Ministros de Exteriores, determinó la necesidad de sancionar a 4 dirigentes y organismos chinos por lo que se considera una permanente violación de los derechos humanos.
La última sanción recibida por el gigante asiático data del año 1989, a causa de ordenar a sus fuerzas armadas que asesinaran a manifestantes desarmados que se encontraban en la Plaza Tiananmén.
Todo lo que hay que saber sobre la sanción de la UE a China
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Consecuencias diplomáticas impredecibles
El gobierno de Xi Jinping ha expresado su inconformidad con las sanciones emanadas por la Unión Europea. Dijeron que estas acciones perturban las relaciones bilaterales no solo desde el punto de vista diplomático sino también comercial.
Ante esto, el Partido Comunista Chino (PCCh) ha decidido aplicar la ley de la reciprocidad, sancionando a 10 ciudadanos de la Unión Europea a quienes se les acusa de difundir mentiras y tratar de desinformar a la comunidad internacional sobre lo que realmente ocurre en China.
De igual forma, el Ministerio de Asuntos Exteriores envió una nota de protesta a la UE en la que recomendó no interferir en los asuntos internos de otras naciones y en la que expresaba que consideraba un grave error que se pretendiera obligar a un país libre a cambiar sus políticas para con sus ciudadanos.
Ante esto, el Consejo de Ministros de Exteriores de la Unión Europea informó al PCCh que bajo ningún concepto dejará de defender los derechos humanos de los ciudadanos, independientemente de donde se encuentren, y que no se aceptarán violaciones ni abusos bajo la excusa de querer aplicar políticas correctivas.
La tensión generada a raíz de estas sanciones amenaza directamente a un gran acuerdo comercial, firmado a mediados del mes de diciembre del año 2020, con el que se pensaba fortalecer los lazos entre Pekín y Europa. Cabe resaltar, que China es el primer socio comercial de la Unión Europea y, efectivamente, ambos necesitan permanecer dentro de dicho acuerdo.
Por su parte, Estados Unidos, Canadá y Reino Unido han anunciado sanciones similares contra organizaciones y altos funcionarios del gobierno chino, ya que consideran se estaría preparando un genocidio disfrazado de política de control social.
Razones de las sanciones a China
En la región de Xinjiang vive un grupo étnico conocido como los uigures, que son una población islámica suní que abrazan corrientes de pensamientos sufíes. El gobierno chino tiene un estricto sistema de vigilancia que monitorea las 24 horas del día, prácticamente todo lo que hacen estos ciudadanos.
Incluso de manera paulatina han tratado de cambiar la ideología o corrientes religiosas de estas personas y, para ello, se valen de la fuerza, llegando a militarizar la provincia y culpando a esta minoría de pretender crear un movimiento secesionista con la intención de independizarse de la República Popular China.
De igual forma, se sabe que este grupo islámico ha sido acusado de mantener lazos yihadistas y que planifican efectuar actos terroristas, no solo en China sino en todo el mundo.
Según una información revelada recientemente por China Cables mediante documentos filtrados a un grupo de periodistas, Xi Jinping pretende eliminar todo rastro de identidad de los uigures, cambiándole no solamente su religión sino también la concepción social que tienen.
Básicamente se está intentando mediante la represión y la violación de los derechos humanos, incorporarlos al pensamiento comunista y, para ello, utilizan un proceso de asimilación en el que las personas son obligadas a vivir en espacios más reducidos.
Durante muchos años, las relaciones entre Pekín y los habitantes de la región de Xinjiang han sido bastante tirantes, llegando al punto de tener una nula comunicación con los miembros del Partido Comunista, lo que en China representa una grave afrenta, ya que se supone que son estos quienes rigen los destinos de las personas.
¿Son los uigures un grupo étnico terrorista?
A lo largo de los años, esta minoría musulmana ha demostrado ser totalmente pacífica y sin ningún tipo de anhelos políticos. Jamás han expresado deseos separatistas y tan solo piden respeto para poder dar muestra de su fe en público.
Aunque esta situación no es permitida a esta minoría, si se les acepta a otro grupo étnico musulmán llamado hos hui, quienes son considerados por Pekín los buenos musulmanes.
Al parecer, este colectivo ha demostrado mucha más docilidad ante las imposiciones del régimen comunista y, es por ello que están integrados en la sociedad china y se les permite realizar actividades propias del islam, tal como practicar el ayuno durante el mes de Ramadán.
Hasta la fecha no existe ninguna prueba que califique a los uigures como terroristas o personas fuera de la ley. Podría decirse que, por el contrario, respetan todas las políticas del gobierno de Xi Jinping, aunque abiertamente digan que no las comparten.
Acciones futuras ante las sanciones
Se cree que el gobierno chino, de alguna manera, podría incrementar la presión que ejercen sobre la minoría musulmana ya que los hacen responsables de las acciones llevadas a cabo recientemente por la Unión Europea.
Es muy poco probable que a este grupo se les permita cumplir con sus creencias religiosas. Ante esto, se piensa que la población, de alguna manera, se enfrentará al gobierno de Xi Jinping y podría suceder que las Fuerzas Armadas de China repelan cualquier tipo de manifestación pacífica que quieran llevar a cabo los uigures.
Por lo que lo más probable es que sean enviados a los campos de concentración chinos, donde hay un gran número de estos ciudadanos que se han atrevido a expresar su derecho a decidir la religión que mejor les parezca.
En tanto, el director de la Oficina de Seguridad Publica de Xinjiang ha sido uno de los funcionarios sancionados por la UE, puesto que se dice es el principal responsable del trato denigrante y cruel al que son sometidos los miembros de esta minoría étnica.
Por lo tanto, es casi un hecho que aumentará la crueldad para demostrar a la comunidad internacional la poca importancia que puedan tener las sanciones. En este sentido, China y Rusia han hecho un bloque común para enfrentarse a las sanciones de los Estados Unidos y la Unión europea.