Desde que la pandemia dejara a los mayores aislados en las residencias y, en el desconfinamiento, las visitas fueran restringidas en cierta medida para velar por la seguridad y evitar contagios, muchas son las familias que han decidido que sus mayores sean atendidos en sus domicilios.
“La soledad que sintieron muchos mayores no es asumible para muchas familias. Salvo que sea necesaria una asistencia 24 horas, la solución pasa por la atención domiciliaria casi a la carta, personalizando el servicio a cada persona dependiente porque de lo que se trata es de hacerles la vida más fácil a ellos, con la tranquilidad de su familia” explican desde Avera.
¿Qué tipo de servicios se ofrecen, hoy en día, para mayores a domicilio?
Hay varias opciones dependiendo de cada persona. No todos necesitan asistencia continuada sino unas horas para hacer las rutinas de la casa y dejar preparada la comida y cena, por ejemplo.
De hecho, también puede ser clave para el acompañamiento a los hospitales a hacerse los chequeos o cuando tienen que ir a alguna consulta médica de rutina.
En el caso de personas más dependientes, hay posibilidad de que se instale un auxiliar en el domicilio para darle asistencia las 24 horas, creando un vínculo de confianza y, sobre todo, normalidad. El acompañamiento es vital para la mayoría de las personas dependientes y, en este caso, se saben cuidados.
Pero no solo se trata de esto, está también la posibilidad de que acuda un fisio para las terapias de movilidad y agilidad, un peluquero para ayudar a verse bien porque no solo se trata de estar atendido sino de sentirse bien con uno mismo.
Para muchas personas que acaban viviendo solas, el simple hecho de tener conversación es un tesoro. “Las familias hoy en día hacen lo que pueden. La mayoría de hijos siguen trabajando y solo tienen tiempo al salir de su puesto y no siempre pueden estar todo lo que quieren.
Es necesario empezar a fomentar esa conciliación real no solo para los niños, sino para los mayores. En otras culturas es clave para la sociedad. En muchos casos toca renunciar a lo laboral para poder atenderles. Con esta solución se compagina el que estén atendidos con el tiempo de calidad que puede dedicarles la familia” explican.