Cuando las deudas comienzan a acumularse y los pagos mensuales se hacen difíciles de afrontar, encontrar una solución efectiva se vuelve prioritario. Entre las opciones disponibles, una alternativa a considerar es utilizar la hipoteca como herramienta para mejorar la estabilidad monetaria. Esto puede permitir obtener liquidez, reducir el monto de las cuotas y, en muchos casos, simplificar la gestión de los pagos.
La razón para reunificar deudas con hipoteca consiste en agrupar varias obligaciones en un solo préstamo respaldado por un inmueble. Esto puede ser útil cuando se tienen créditos personales, tarjetas con altos intereses o préstamos al consumo que dificultan el equilibrio del presupuesto mensual. Al incluir todas en una, es posible reducir el tipo de interés y extender el plazo de pago, lo que genera pagos más accesibles. Sin embargo, es fundamental evaluar los costos adicionales, como comisiones, tasaciones y otros gastos administrativos.
También es posible utilizar una para obtener liquidez en momentos en que se requiere un capital adicional, ya sea para invertir en un negocio, afrontar imprevistos o realizar mejoras en la vivienda. Desde Capital Solutions aclaran que “Esta estrategia puede resultar más económica que solicitar un préstamo personal, ya que las hipotecas suelen tener tasas de interés más bajas”. Sin embargo, antes de tomar esta decisión, es clave analizar si se cuenta con la capacidad de pago a largo plazo y qué impacto tendrá en la economía familiar.
En ocasiones, acudir a esta alternativa puede ser una última salida ante una situación de sobreendeudamiento. Si bien permite aliviar la carga, también implica ciertos riesgos, como la posibilidad de perder la propiedad en caso de no cumplir con los pagos. Por ello, es recomendable tomar esta medida con cautela y sólo después de haber agotado otras opciones de refinanciamiento o negociación con las entidades acreedoras.
Para quienes buscan levantar una, ya sea porque han terminado de pagarla o desean vender la propiedad sin cargas, el proceso implica ciertos trámites. Es necesario solicitar un certificado de deuda cero en la entidad bancaria y llevar a cabo la cancelación registral en la notaría. Aunque parece un procedimiento sencillo, contar con la guía de un profesional puede evitar errores que retrasen la liberación del inmueble.
El proceso de reunificación requiere presentar una serie de documentos básicos. Generalmente, se necesita la escritura de la vivienda, comprobantes de ingresos, estados de cuenta de los créditos a unificar y una tasación actualizada. Dependiendo de la entidad, podrían solicitarse otros documentos adicionales, por lo que es recomendable informarse previamente.
El mejor momento para rehipotecar una vivienda depende de diversos factores, como la estabilidad laboral, las tasas de interés vigentes y las condiciones del mercado. Si las tasas están bajas, puede ser una oportunidad ideal para reducir los costos. Asimismo, si se tiene una mejora en la calificación crediticia, se pueden obtener condiciones más favorables. Sin embargo, rehipotecar sin una planificación adecuada puede generar costos adicionales que terminan afectando la economía personal en el largo plazo.
Dado que este tipo de decisiones tienen un impacto significativo, es altamente recomendable buscar asesoramiento previo. Un experto puede analizar la situación particular y ayudar a encontrar la mejor alternativa. Además, orientará sobre las opciones disponibles en diferentes entidades y permitirá evitar cláusulas que puedan resultar perjudiciales en el futuro.
Tomar con prudencia y visión estratégica puede marcar la diferencia en la economía de una persona o familia. Si bien acceder a liquidez mediante una puede ser una solución viable, hacerlo con información y planificación es la clave para que realmente funcione a favor y no se convierta en una carga mayor en el futuro. Una buena gestión permitirá aprovechar las ventajas sin comprometer el patrimonio a largo plazo.