Cuando Eva Ibañez decidió abrir U-Mami, su casa de comidas para llevar, lo hizo con una visión clara: ofrecer comida de calidad que combinara sabor casero con un toque innovador. Lo que comenzó como un pequeño negocio con base en la cocina de su hogar se ha convertido, años después, en un referente gastronómico en la ciudad. Ahora, U-Mami da un nuevo paso en su trayectoria con la apertura de su gastrobar, un espacio pensado para brindar una experiencia culinaria única, pero fiel a sus raíces.
El Origen de U-Mami
Eva siempre sintió una profunda conexión con la cocina. Criada en una familia que celebraba la comida como una forma de unión, decidió llevar ese amor a un negocio propio en un momento en el que buscaba reinventarse profesionalmente. «Quería ofrecer algo más que comida rápida o soluciones estándar. Quería crear platos que contaran una historia y que fueran accesibles para las familias ocupadas que no siempre tienen tiempo para cocinar», explica Eva.
Así nació U-Mami, inicialmente como una casa de comidas para llevar. Con recetas inspiradas en tradiciones locales pero adaptadas a los paladares modernos, su propuesta pronto ganó una clientela fiel. Su atención al detalle y el compromiso con ingredientes frescos y de calidad fueron los pilares de este éxito inicial.
Un Paso Natural: El Catering
El boca a boca hizo que U-Mami no solo fuera un éxito entre las familias, sino también entre quienes buscaban una opción especial para eventos. «Comenzamos recibiendo pequeños pedidos para reuniones familiares, y poco a poco las solicitudes fueron creciendo», recuerda Eva. Con el tiempo, U-Mami amplió sus servicios para ofrecer catering personalizado, manteniendo la esencia artesanal y cuidada de sus preparaciones.
«Fue un desafío, pero también una oportunidad para mostrar que la comida puede ser el alma de cualquier celebración. Desde menús sofisticados hasta opciones más informales, siempre nos hemos enfocado en adaptarnos a lo que los clientes necesitan», comenta la chef.
La Transformación en Gastrobar
Consolidar un negocio no es tarea fácil, pero para Eva, la clave ha sido ir creciendo con pasos firmes. La apertura del gastrobar es el resultado natural de años de trabajo dedicado y una respuesta al deseo de muchos clientes de disfrutar de su cocina en un ambiente relajado y acogedor.
«Quería que U-Mami tuviera un espacio físico donde las personas pudieran compartir, disfrutar y sentirse como en casa», dice Eva con una sonrisa. El gastrobar combina una atmósfera familiar y agradable con un menú que mezcla los clásicos de U-Mami con nuevas propuestas diseñadas exclusivamente para este formato.
Además, Eva tiene claro que, aunque la expansión es importante, nunca debe hacerse a costa de la calidad. «Nuestro enfoque siempre ha sido ofrecer lo mejor, tanto en sabor como en servicio. Para mí, lo esencial es que cada cliente, ya sea alguien que pase a recoger un plato para llevar, un evento con catering o una visita al gastrobar, sienta que está recibiendo lo mejor de nosotros».
Un Futuro Basado en la Excelencia
La historia de U-Mami es un ejemplo de cómo la pasión y la dedicación pueden transformar una idea en un proyecto exitoso. Desde sus humildes comienzos hasta su nueva etapa como gastrobar, Eva Ibañez ha demostrado que el camino hacia el éxito está en avanzar poco a poco, siempre con el cliente en mente.
«Quiero que U-Mami sea más que un negocio. Quiero que sea un lugar donde la gente se conecte, celebre y disfrute. Seguiremos creciendo, pero siempre con la misma filosofía: hacer las cosas bien, sin prisa, pero sin pausa», concluye Eva.
El futuro de U-Mami es prometedor, y con Eva al frente, seguro que continuará sorprendiendo y conquistando paladares con su inconfundible sello de calidad.