Solo un 4% de las personas mayores quiere vivir en residencias de ancianos, asegura la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).
La sociedad científica realiza encuestas de opinión en residencias de forma periódica y tiene como objetivo conocer mas de cerca qué piensan las personas dependientes. Para los Servicios Sociales, el fin último es facilitar la permanencia de los mayores en el domicilio el mayor tiempo posible.
También los expertos sociosanitarios creen que España debe redefinir el cuidado de mayores situando el centro de la asistencia en la persona. Tras el devastador efecto causado por la pandemia en las residencias de ancianos, diversos profesionales del sector de asistencia a personas dependientes creen que la atención debe pasar por una ‘mayor formación a los profesionales y crear nuevos recursos para poder desarrollar plenamente la ayuda a la asistencia’ de personas mayores.
El Foro de Debate organizado por la Residencia de Mayores Clece Vitam San Antonio, filial de ACS, titulado “La evolución del cuidado a los mayores. Un viaje hasta la profesionalidad”, acogió a multitud de profesionales del sector para charlar sobre la situación vivida en estos meses por las instituciones geriátricas y cuyo hecho debe servir para impulsar una redefinición del modelo actual de los cuidados a ancianos.
Esther Aretxabala, gestora de proyectos en la Fundación Cuidados Dignos, quien intervino en el coloquio, cree que en la asistencia a ancianos “se ha pasado de un sistema privado, en el que primaba la seguridad por encima de la individualidad y libertad de la persona, hacia un modelo más humano, en el que prima la atención centrada en la persona».
José Augusto García Navarro, presidente de la SEGG, explica a Efe la gran necesidad que existe actualmente por potenciar el Servicio de Ayuda a Domicilio con horarios más amplios y garantizar que se cubran todas las franjas, incluyendo fines de semana.
El aislamiento de los mayores frente a la crisis del Covid19
La restricción de la movilidad y del contacto social a raíz de la crisis del Covid19 está teniendo importantes repercusiones negativas en las personas mayores, aseguran desde SEGG.
Síntomas como empeoramiento de la demencia senil en personas enfermas de alzeheimer o pérdida del sentido de la vida y motivacions vitales. La restricción del contacto social favorece la aparición de trastornos afectivos como el síndrome de ansiedad, la distimia o la depresión.
El confinamiento y las limitaciones de movilidad asociadas al mismo, favorecen el sedentarismo y, por lo tanto, la fragilidad corporal y motivacional de las personas mayores.
El Círculo Empresarial de Atención a las Personas (CEAP) advierte de que no existe un mercado privado real de fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y psicólogos especializados en personas mayores. Cuando se requiere de este tipo de profesionales se acude a un servicio doméstico o a la economía sumergida y, en ambos casos, el trabajador suele carecer de formación específica.
Por todo ello, el sector especializado en el cuidado de ancianos coincide en que el principal escollo es poder facilitar la permanencia en el hogar del adulto mayor es la falta de incremento del gasto público en la ayuda a la dependencia, y que permitiría ahorrar en residencias geriátricas y gasto médico.