En una acción considerada por muchos como arriesgada, el presidente de Ecuador Guillermo Lasso, mediante un decreto estableció estado de excepción en todo el país durante un lapso de 60 días con el fin de combatir la violencia que se relaciona con las drogas
Según el primer mandatario, su nación no soporta más el crecimiento exponencial del narcotráfico y, según ha declarado, es el causante de la gran mayoría de los males que aquejan al país, así mismo expresó que cuenta con el apoyo del pueblo ecuatoriano quien es el más afectado por la violencia y la delincuencia.
Una situación que pone en jaque a la sociedad
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Grave conmoción interna
Así calificó el primer mandatario ecuatoriano la situación vivida en gran parte del país, especialmente en las provincias de Oro, Guayas, Pichincha y Sucumbíos – estas últimas fronterizas con Colombia – donde al parecer, bandas de narcotraficantes han tomado el control, sobrepasando los organismos de seguridad.
Según un estudio realizado recientemente por la policía ecuatoriana, los traficantes de drogas han ido fortaleciendo su aparataje militar adquiriendo cada día más y mejores armas con las que hacen frente a los organismos de seguridad del estado, de igual manera cuentan con información de inteligencia.
Esta información es usada en contra de las instituciones del estado, adelantándose a operativos y allanamientos evitando de esta manera que puedan ser apresados por las fuerzas policiales, todo esto ha generado zozobra de la población civil quien siente se encuentra desamparada, ante los delincuentes.
Lasso recordó que, en tan solo 18 días, se produjo la más cruenta guerra carcelaria de los últimos años y que se ésta se produjo por un enfrentamiento entre bandas de narcotraficantes que buscaban mantener el control y supremacía dentro de las prisiones. Como se sabe, esta batalla campal causó más de 120 muertos.
Ahora bien, el presidente cree que lo sucedido en las prisiones ecuatorianas en tan solo un reflejo de lo que ocurre en las calles y los ciudadanos tiene el temor de salir de sus casas y ser víctimas inocentes de la guerra que existe entre las bandas, por lo que hay que solucionar el problema de inmediato.
Con la puesta en marcha del estado de excepción,se buscó un control absoluto de la situación, manifestó en el comunicado y se pondría contra la pared al narcotráfico que a fin de cuentas es el principal promotor de la violencia que existe en el país.
Acciones a ejecutar
El presidente creó un grupo élite conformados por los mejores hombres del ejército y la policía quienes fueron los encargados de perseguir a los delincuentes más buscados para llevarlos directamente a la justicia. De igual manera, se dejó en claro que dicho grupo contaría con el apoyo del gobierno.
Según el actual mandatario, en muchas ocasiones, los organismos de seguridad se han visto limitados en sus acciones por tecnicismos legales que favorecen más a los delincuentes que a los funcionarios, por lo que, de ahora en adelante, quien sea enjuiciado por cumplir sus funciones, contará con un indulto presidencial.
Ese fue el planteamiento para la creación la Unidad de Defensa Legal de la fuerza pública, ente gubernamental, cuya función primordial será la de dar protección jurídica todos aquellos miembros de la Policía o de las Fuerzas Armadas que, por razones del cumplimiento de su deber, sean demandados o apresados.
En el comunicado el mandatario dejó a finales de octubre en claro que los miembros de los equipos de seguridad actuarán amparados en el marco de la ley, respetando los derechos humanos de los delincuentes, pero sin dejar a un lado el uso progresivo de la fuerza en resguardo de la integridad física de los funcionarios.
Por otra parte, se dispondrá de una cantidad importante de dinero para el pago de operaciones de inteligencia, se dotará a dicha unidad de las tecnologías más avanzadas en cuanto a telecomunicaciones y rastreo telefónico, y tendrán a su disposición vehículos blindados de transporte que les otorguen mayor seguridad.
Otras acciones a ejecutar
De igual manera expresó que su gobierno enviaría a la Asamblea Nacional un proyecto de ley que buscaría blindar jurídicamente las acciones de las instituciones ya que estas, en muchos casos, se ven sometidas a leyes absurdas que terminan favoreciendo a los delincuentes.
En cuanto a todas aquellas personas víctimas de la drogadicción, se comprometió a incluirles en programas especiales de desintoxicación para, posteriormente, reinsertarlos en la sociedad mediante capacitación técnica e incluso artística.
Autorizó un patrullaje constante en las principales provincias del país, así como revisiones de vehículos y cualquier otra medida que de alguna forma pueda incidir en el desmantelamiento de las bandas criminales, que hacen vida en el ecuador y que durante muchos años demostraron tener más poder que el estado.
Táctica de distracción
Para los miembros de la oposición del gobierno de Guillermo Lasso, este estado de excepción, lejos de fortalecer la seguridad del país, tan solo buscaba distraer a la colectividad del escándalo de los papeles de Pandora, donde se le señala de ser propietario de más de una decena de compañías, en paraísos fiscales.
Como se recordará, el actual mandatario se encuentra en proceso de investigación parlamentaria, siendo citados a declarar ante la comisión su esposa y su hijo para que expliquen por qué aparecen registrados sus nombres en títulos de propiedad de empresas offshore que no fueron declarados ante las autoridades ecuatorianas.
Por otro lado, siguen presentes las demandas del sector agropecuario, por el incremento en el costo de los insumos agrícolas, las universidades solicitan un aumento en sus presupuestos anuales y las organizaciones del transporte reclaman la suspensión del alza de precios de combustible.
La organización indígena de Ecuador ha planteado la necesidad de realizar una protesta nacional, en contra de lo que ellos consideran son medidas neoliberales que van en contra del pueblo y que solo buscan favorecer aun a mas a los ricos del pais, dejando a un lado los beneficios que corresponden al pueblo.
Como se ve el panorama político y económico de esta nación está bastante convulsionado y no es descabellado pensar que la puesta en marcha de ese plan en contra del narcotráfico justo en estos momentos no es otra cosa que una manera de desviar la atención de los graves problemas de fondo que tiene el gobierno.