El Papa Francisco dejó conocer su inconformidad con respecto a ordenar sacerdotes a hombres casados, el celibato siempre ha sido una de las normas más estrictas que rigen el sacerdocio y forman parte de los principios fundamentales de su formación.
Es por ello que quien desee ser sacerdote debe respetar la castidad como parte de su vida, aunque mucho se ha discutido hasta ahora sobre esto, algunos presbíteros estiman que la causa fundamental de escasez en las vocaciones es este tema.
Esto se debe a que muchos jóvenes abrazan la vocación sacerdotal, pero se alejan cuando escuchar hablar del celibato.
Esta falta de sacerdotes se ve muy marcada en las regiones más alejadas del mundo donde se hace muy difícil anunciar el evangelio, es por ello que se realizó el sínodo de la Amazonia.
El sínodo de la Amazonia
Se trata de un documento que recoge propuestas fundamentales que tienen que ver con la evangelización en la región, este es un compendio de opiniones de cardenales y en el que se pretende establecer una serie de cambios en cuanto a la divulgación de la fe.
Podría decirse que este documento es un resumen que permite establecer políticas que ayuden a llevar la eucaristía y los sacramentos a lugares muy remotos donde ya no hay sacerdotes.
Entre los temas establecidos en el documento de Amazonia se encuentran los siguientes:
No dejar de anunciar el evangelio: El Papa cree firmemente que debe lucharse para ser accesible los sacramentos en la Amazonia y que para ello es necesario fortalecer el papel de los laicos consagrados en la iglesia.
Aunque el cardenal Michael Czerny, junto a otros, piensa que se debe estimular a los obispos a fomentar el trabajo misionero en la región, y que deben aprovecharse todas las potencialidades para iniciar un nuevo proceso de evangelización.
Control de las inversiones de la iglesia: Este es un tema tabú, pero que el Papa Francisco abordó abiertamente, y se refiere a la custodia de los valores que provienen de las donaciones de la zona de la Amazonia.
El Papa pide que todas las inversiones realizadas por las instituciones cristianas tengan total transparencia y que ayuden a salvaguardar el estilo de vida de los pobladores del lugar.
No colonizar a la Amazonia: El Papa pide que no se colonice la región, sino que se someta a un proceso de instauración de la fe, pero para ello cree que no es necesario impulsar el sacerdocio de hombres casados, así como reforzar el papel de la mujer en el diaconado femenino.
Es por todo lo expuesto que el Santo Padre, considera que no es necesario ordenar sacerdotes a hombres casados y que si se siguen las consideraciones establecida en el documento Querida Amazonia, no será necesario vulnerar el principio fundamental de celibato en los sacerdotes.
Cisma en la iglesia
Se pensó que a raíz de la situación en la que 169 obispos amazónicos votaron para expresar su pensamiento con respecto a la ordenación de curas casados, pueda presentarse una ruptura en la iglesia.
Aunque el resultado de esta votación fue 128 a favor y 41 en contra, el Papa Francisco consideró que debe mantenerse el celibato como dogma de fe, lo que cierra la puerta a cualquier hombre casado de ser ordenado como sacerdote.
El Papa ampara su decisión en que la evangelización en la amazonia puede ser llevada a cabo por Misioneros, Laicos o sacerdotes Misioneros, y aunque el Papa cedió en otros aspectos fue firme en cuanto al celibato.
Francisco ni siquiera quiso discutir el tema, y en ningún momento lo mencionó en la exhortación que hizo sobre el sínodo de la Amazonia, al igual que dejó a un lado la solicitud de algunos cardenales de otorgar mayores funciones a las mujeres en la iglesia.
En otras palabras, el Papa Francisco, acabó definitivamente con las esperanzas de los diáconos casados, y aunque muchos creen que el pontífice iba dar una respuesta favorable a la medida, con algunas restricciones este ni siquiera valoró la propuesta.
Así mismo dejó muy claro que solo los sacerdotes pueden administrar los sacramentos y que la acción de los diáconos casados, solo puede limitarse a la celebración de la palabra.
El problema que se presenta cuando al negar la posibilidad a Diáconos permanente casados de ser ordenados sacerdotes, es que sencillamente no habrá quien instruya o propague la fe.
La polémica se presenta porque los sacerdotes no desean ejercer su ministerio en un lugar tan remoto como la Amazonia, y que muchos diáconos están dispuestos a establecerse con su familia en esta región.
Ante todo lo antes expuesto el Papa Francisco expresó, los Laicos y Diáconos podrán anunciar la palabra, enseñar el evangelio, celebrar algunos sacramentos, pero no podrán asumir un papel más activo como el que cumplen los sacerdotes.
También advirtió que los Laicos no pueden hacerlo todo y que siempre necesitarán del apoyo de un sacerdote indistintamente de la región donde se vaya a desarrollar el ministerio.
Proyecto de ordenar Sacerdotes a hombres casados
Mientras el Papa Francisco sea el sumo pontífice, no existe ninguna posibilidad que Diáconos casados sean ordenados sacerdotes, el Papa cuenta con el respaldo del sector ultraconservador de la iglesia.
En tal sentido se consultó incluso a Benedicto XXVI, quien manifestó estar a favor del celibato, aunque la intención en la asamblea de obispos era debatir sobre las comunidades indígenas y la evangelización en la Amazonia.
También se debatió la idea de ordenar hombres casados para poder solucionar el problema de la falta de sacerdotes, incluso en ese proyecto se trató de suavizar el celibato.
Muchos sacerdotes apostaban a que el Santo Padre aprobara la medida de sacerdotes casados, pero limitándola exclusivamente a la región de la Amazonia, cosa que no fue así.
Esto debido a que Francisco y los miembros de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, creen fervientemente que la castidad y el celibato son parte de la fe.