Después de la firma de los acuerdos suscrito entre los Emiratos Árabes Unidos e Israel, muchos consideran que este es quizás el mayor logro alcanzado por Donald Trump en el Oriente Medio.
El propio presidente estadounidense, calificó como un hecho histórico que Bahréin sea el cuarto país que reconozca a Israel como una nación libre e independiente.
Oriente Medio y el mandato de Donald Trump
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Diplomacia al estilo Trump
Cuando el presidente Donald Trump tomó la determinación de nombrar a Jared Kushner, esposo de su hija, como el encargado de negociar los acuerdos entre Emiratos Árabes y Bahréin, fue severamente criticado.
Incluso muchos mencionaron que esto sería sin duda el peor de los fracasos de la administración Trump. Sin embargo, el tiempo dio la razón a la decisión tomada desde la Casa Blanca y. hoy en día, se celebra el acuerdo diplomático de mayor trascendencia en lo que va de siglo.
Lo que llama poderosamente la atención es que para establecer los puntos en el acuerdo, Trump dejó a un lado la diplomacia tradicional y se enfocó directamente en hablar con los líderes de las naciones involucradas, con un estilo muy similar al de amigos.
Mientras Trump creaba las acciones necesarias para ejecutar el plan de paz, lograba conciliar en los puntos más álgidos entre ambas naciones.
Por otra parte, a juicio de algunos palestinos, e incluso de países árabes, Donald Trump se puso del lado equivocado de la historia. Esto se debe a que con la firma del acuerdo, Estados Unidos demuestre su apoyo irrestricto a Israel.
Sin embargo, esto no causó conmoción al jefe de la Casa Blanca ya que se estima que esta maniobra está muy bien pensada y más adelante el presidente permitirá una salida a los palestinos de manera que no tengan que acercarse al gobierno iraní.
Estados Unidos árbitro y moderador
Algo ha caracterizado a los gobiernos de los Estados Unidos, es el hecho de que durante décadas han tratado de demostrar su presencia en el Oriente Medio, llegando incluso a involucrarse en conflictos armados de manera indirecta y directa. Esto puede reflejarse en Irak, Libia e incluso en Siria.
Donald Trump ha logrado capitalizar dos importante aliados desde el punto de vista estratégico militar, comercial y económico. A su vez, ha permitido que estos países unan fuerzas en contra de su enemigo común, Irán.
En tanto el presidente estadounidense llevaba adelante las negociaciones para la aprobación del acuerdo no ha dejado de prestar apoyo militar y económico a países como Siria y Libia.
Incluso hay quienes aseguran que en el Líbano se encuentran presentes empresas contratistas financiadas por la CIA. Todo esto le ha permitido a Trump, aumentar el acercamiento con ramas religiosas coránicas, que si bien no comulgan en la totalidad con sus ideas, han comenzado a verlo más como un aliado que como un enemigo.
Como se sabe, el Oriente Medio siempre ha sido un punto de interés geoestratégico no solo por las riquezas que allí existen, sino también por la influencia de Rusia en algunas naciones que ha tratado de polarizar los países que conforman esta región con el fin de llegar nuevamente al mundo bipolar.
Rusia el gran perdedor
Vladimir Putin desde que llegó a la presidencia ha intentado por diversos medios penetrar a los países que conforman el Oriente Medio. Como se sabe, naciones como el Líbano, Yemen y Siria, tienen grupos armados que según se estima son financiados por Rusia.
Aunque este hecho no se ha podido comprobar, los Estados Unidos necesitaban evitar a toda costa que el Kremlin siguiese aumentando su dominio sobre la zona. Es por ello que después de la firma del tratado y aún con las reservas de algunos países entre ellos Arabia Saudí, Trump ha logrado un importante acercamiento que dentro de poco le permitirá fortalecer su presencia en esa región.
Otro hecho relevante es que Putin siempre ha pretendido apoyar a Irán en cuanto al desarrollo nuclear con fines supuestamente pacíficos que adelanta esta nación.
En tan solo 4 años Donald Trump a logrado que países del Medio Oriente, que aún con diferencias ideológicas, culturales e históricas, hayan ido cerrando filas junto a Estados Unidos, para enfrentar a Irán y por supuesto por efecto de asociación a Rusia.
Logros transitorios en el Medio Oriente
Para muchos internacionalistas, todos estos logros alcanzados por la administración Trump, no han hecho más que aumentar el acercamiento de algunas fracciones que hacen vida en la Franja de Gaza con Irán.
Incluso se piensa que el hecho de que varios países estén aglutinando fuerzas junto a los Estados Unidos, aumentará el nacimiento de grupos extremistas palestinos que terminarán indiscutiblemente vinculados con Teherán.
Sobre la base de este hecho, algunos creen que Irán podría convertirse en el protector de las comunidades palestinas y esta sensación no solo será percibida en el Medio Oriente, sino también en todos aquellos ciudadanos palestinos diseminados por el mundo.
Si bien es cierto que Trump acaba de demostrar liderazgo con Israel y Emiratos Árabes Unidos, para muchos su política diplomática lo llevará a perder de manera irremediable el Medio Oriente.
En pocas palabras, el Medio Oriente podría transformarse en el epicentro de múltiples conflictos bélicos y atentados. Incluso podrían alentarse guerras entre naciones pertenecientes a esta región.
Si la Casa Blanca sigue manteniendo la política de hacer y dejar hacer en Oriente Medio, es indudable que se aumentará la rivalidad entre saudíes e iraníes, hecho beneficioso para los Estados Unidos. Sin embargo, los iraníes podrían incorporar a los palestinos de forma más activa en los conflictos bélicos que en la actualidad ocurren en Siria, Yemen e Irak.
Para muchos el plan de paz del presidente Donald Trump, está basado en apoyar a los países más fuertes, en detrimento de la comunidad palestina, esto le ganaría el favoritismo y apoyo de la comunidad judía, no solo en los Estados Unidos, sino en todo el mundo.
Si el presidente Trump es reelegido para un próximo mandato, se estima que su yerno Jared Kushner, sea el encargado de la diplomacia en el Oriente Próximo. Incluso el primer mandatario debería continuar con la misma política de hacer y dejar hacer. Pero, sin duda, seguirá con la línea de ganar aliados militares, comerciales y económicos.