Carecer de los conocimientos suficientes sobre una materia puede dar lugar a dos tipos de reacciones distintas en función del sujeto de que se trate. Y es que, en ocasiones la ignorancia es una gran aliada para algunos, permitiendo mantener un miedo que otros poseen por saberse en peligro, al margen. Sin embargo, para aquellos que encuentran en el desconocimiento sobre la materia en cuestión su mayor pavor, adentrarse de lleno en la materia se convierte en una forma de afrontar sus miedos y plantarse ante un problema sin miedo pero con todo el respeto que la cuestión requiera.
Los que tengan una determinada edad recordarán a un personaje de serie que pasó a la historia por ser capaz de solucionar casi cualquier cosa con un par de cosas que llevaba en el bolsillo, una gran dosis de imaginación y por supuesto, un poquito de suerte. Pero, ¿quién no ha querido parecerse alguna vez a MacGyver? ¿quién no se ha acordado alguna vez de lo sencillo que era todo para él tras horas intentando solucionar una avería eléctrica, electrónica o de cualquier otro tipo? La respuesta es sencilla, probablemente solo se pueda excluir a aquellos que jamás han escuchado hablar de él.
Pero lo cierto es que las averías típicas que se pueden presentar en cualquier hogar son muchas y muy variadas, y tienen con frecuencia mucho que ver con las instalaciones eléctricas y de fontanería. No obstante, y tal y como indican desde New Alfrovi, empresa dedicada a proporcionar servicios profesionales de electricidad y domótica, “las principales averías que se presentan en cualquier hogar son los cortocircuitos, la sobrecarga y la pérdida de aislamiento. Todas ellas son fácilmente evitables si se realizan revisiones periódicas y mantenimientos cada cierto tiempo. Sin duda prevenir, es la mejor manera de evitar problemas mayores”.
Pero, ¿qué son los cortocircuitos, la sobrecarga y la pérdida de aislamiento?
Los cortocircuitos son fruto de una elevación fuerte de la intensidad de la corriente que es producida por la pérdida del equilibrio que siempre proporciona la Ley de Ohm. La pérdida de aislamiento es frecuentemente, una de las principales causas de los cortocircuitos. Su peligro radica en que la fuerte elevación de la intensidad puede hacer que se derrita el forro aislante de los cables, quemar los equipos o dispositivos, e incluso, llegar a provocar un incendio.
Las sobrecargas se producen cuando la carga eléctrica es mayor de la que debiera, en estos casos y, si la instalación es la adecuada, los fusibles o disyuntores deberían hacer su trabajo, es decir proteger, por lo que saltarán para desactivar el circuito eléctrico y, por lo tanto, se producirá un pequeño apagón.
Puede que arrojar un poco de luz sobre estos temas ayude a disipar dudas y miedos, o puede que contribuya a generarlos, todo depende del individuo en cuestión.