El covid-19 nos ha dejado una herencia indiscutible tras un duro confinamiento, la valoración absoluta de los espacios abiertos y la necesidad de ellos en nuestra cotidianidad y en las escuelas.
La vuelta a las clases nos hizo plantear nuevos enfoques en la educación y el entorno, convertir el patio en un aula más no es tarea fácil, pero muchos centros y escuelas decidieron apostar por diseñar un ámbito único, estimulante y con elementos que aporten e inviten a explorar, investigar e imaginar para favorecer de ese modo, el desarrollo integral de los niños y niñas en un espacio tan importante como el patio de recreo.
Es el caso del CEIP Ausiàs March de Paterna, por ejemplo, donde su directora Mercé López Camps decidió apostar por el proyecto Patis Interactius – Aules Creatives desarrollado por la ilustradora y diseñadora gráfica Alicia Thibaut Tadeo en colaboración con todos los ciclos educativos del centro.
Seis murales forman el proyecto, plasmados en seis zonas distintas y que crean un hilo conductor en su concepto para cada etapa.
En ellos, los alumnos que han participado activamente en su creación, tendrán un rincón como “El Bosque de los sentidos”, destinado al desarrollo del teatro y la narración oral.
O el “Corazón del Árbol” dedicado el enorme Ficus de su entrada y a los pájaros que guarda en sus ramas, testigos de las entradas y salidas de los niños. Es un canto al vuelo como metáfora, al respeto de la naturaleza, a la importancia de las cosas pequeñas y aparentemente invisibles.
Otra zona interesante es la sección que han denominado el Patio Violeta. Tres murales configuran un nexo para luchar por la igualdad. El mural “Sueños” y “Alma” son el símbolo del futuro, de las mujeres y su voz, de los alumnos y su infancia, de los sueños por venir. De la enseñanza unida a los valores.
Y el mural “Melodía” el rincón para la expresión. El lugar de la palabra, de la voz, de la música y del baile. Como una partitura en blanco para componer frente a él.
Y este es el resultado, un espacio vivo que acerca a los niños al aire libre reconectándolos con la naturaleza, donde el aprendizaje se obtiene con otros métodos y donde la implicación del personal docente es vital para transformar la educación de nuestros hijos.
Ellos son el futuro.