Las tropa militares de Estados Unidos desde el año 2017 tienen presencia permanente en las bases militares que se encuentran al norte de Irak, esta acción estuvo a punto de ocasionar una guerra con Irán ya que este país se vio amenazado por la cercanía del ejército iraquí en su frontera, en tal sentido movilizó gran parte de su personal castrense con el fin de proteger a la nación de una posible incursión estadounidense.
Sin embargo, y, afortunadamente, Estados Unidos recientemente decidió retirar sus tropas de las cercanías de Irán.
Base aérea K-1
La Base Aérea K-1, es una de las más poderosas con las que contaba el gobierno de Saddan Hussein y tenía una capacidad para albergar a 300 militares así como gran cantidad de material bélico.
Esta base se encuentra en la provincia de Kirkurk una de las más ricas de Irak en lo que a yacimientos de petróleo se refiere, esta aproximadamente a 70 kilómetros de la frontera con Irán lo que la convierte en una unidad estratégica para posibles ataques contra este país.
Esta base fue atacada en el mes de diciembre del 2019 cuando milicias pro iraníes perpetraron un bombardeo ocasionando la muerte a un contratista estadounidense, esto trajo como represaría que los Estados Unidos atacaran y posteriormente neutralizaran al general iraní Qassim Soleimani líder de las milicias iraquíes.
Las fuerzas de coalición liderada por Estados Unidos, tomaron la decisión de entregar la base a las tropas leales al gobierno iraquí el 26 de marzo posterior a una reunión con el consejo de seguridad de este país.
En el momento de partir, dejaron equipos valorados por 1,1 millones de dólares entre los que se encuentra gran cantidad de material bélico con capacidad para realizar operaciones en zonas montañosas.
Por otra parte, de los 300 soldados que se encontraban acantonados en la base estadounidense, se dejó un grupo de 50 hombres que se quedan con la intensión de asumir labores de asesores mientras el mando iraquí toma el control de las armas y la base.
Razones que impulsaron a Estados Unidos a abandonar la base
El hecho de que el gobierno de Estados Unidos tomara la determinación de entregar el control de la Base Aérea K-1, se debe a una serie de factores entre los que resaltan aquellos de carácter militar y político.
En el ámbito militar, la coalición militar que se encontraba al frente de la base, quedó rota cuando tropas francesas tomaron la determinación de abandona Irak para el 30 de marzo 2020.
Así mismo, soldados de la República Checa recibieron instrucciones desde los altos mandos para que pusieran fin a su presencia en el país árabe, esto trajo como consecuencia que Estados Unidos se quedara sin aliados importantes en la zona por lo que decide retirarse de Kirkurk aunque no de Irak.
Esta salida de la base se realizó con la condición de transmitir tecnología con respecto al uso y mantenimiento preventivo de las armas militares que se encuentran en la base.
Desde el punto de vista político, la guerra de Irak es un punto álgido entre republicanos y demócratas, por lo que Estados Unidos debe de alguna manera buscar la forma de retirar a sus tropas de este país.
Por otra parte, el 5 de Enero de este mismo año, los legisladores iraquíes aprobaron de forma unánime una solicitud en donde se insta a las fuerzas de coalición liderada por Estados Unidos a que abandonen el país debido a la muerte del general Soleimani.
Así mismo, según declaraciones de mayor general Abdul Karim, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Irak, es tiempo de que los militares de nuestro país se hagan cargo de sus bases y de la defensa de la soberanía.
Por otro lado, la Casa Blanca cree conveniente entregar el control de algunas bases aéreas y esto dependerá de la posición de Irak con respecto a sus vecinos iraníes así como la guerrilla que lucha en contra del gobierno iraquí legítimamente establecido.
Posición de Estados Unidos para un futuro inmediato con respecto a Irak
El gobierno de Donald Trump, tiene previsto enviar 3.500 soldados en los próximos días a la sede del mando central de las fuerzas armadas, este contingente se unirá a 750 hombres que fueron enviados la semana pasada como retaliación a los ataques de la embajada de Estados Unidos en Bagdad.
El hecho que la Casa Blanca haya mencionado recientemente que tiene un calendario de retirada para sus tropas en Irak, no significa que esto vaya a realizarse en un futuro cercano ya que según expresa un portavoz de la administración Trump, el ejército iraquí no tiene capacidad para ofrecer la seguridad suficiente a los habitantes y al país.
Así mismo expresó, que la relación entre Irak e Irán, es extremadamente difícil por lo que se justifica la presencia de los 150.000 soldados quienes se encuentran en territorio iraquí.
También creen que la actitud asumida por un grupo de militares iraquíes que desean imponer una fecha de retirada de las tropas no es viable ya que según lo dicho por la Casa Blanca, no aceptarán bajo ningún concepto imposición de fechas ni un calendario de retirada.
Según todo esto puede asumirse que en un mediano plazo no existe la posibilidad de la retirada de tropas ya que hasta la fecha el gobierno de Estados Unidos no ha logrado fortalecer un estado iraquí carente de guerrillas.
Así mismo, son muchos los intereses económicos que todavía se encuentran en desarrollo en este país, por lo que la retirada de las tropas dejaría sin sustento armado a todas aquellas empresas que hacen vida en la región.
Por lo pronto se cree que aunque varios países decidieran abandonar la coalición militar, Estados Unidos seguirá enviando tropas a este país. Sin embargo, lo que si es cierto es que la Casa Blanca tiene planteado retirarse de las bases aéreas que se encuentran en las fronteras de Irak tal como sucedió la semana pasada cuando se abandonó la base de Al Qaim la cual se encuentra situada muy cerca de la frontera con Siria.