Insistir en que el currículum suele ser el primer contacto entre el candidato y la empresa es repetirse. Es cierto que es un documento en el que aparece la formación y perfil de quien solicita el puesto, pero muchas veces, no incluye lo que busca quien recluta.
“En la actualidad gran parte de las candidaturas se presentan por internet. En consultoras, headhunters o empresas en las que cada persona es responsable de gestionar varios procesos de selección, no es posible leer en detalle cada uno de los cientos de currículums que se reciben y mucho menos de cada uno de los varios procesos de selección que tienen abiertos, de hecho, hay estudios que demuestran que los reclutadores dedican sólo 6 segundos de media a revisar cada currículum” explica Tania Benito, cuyos másteres en Coaching Personal, Ejecutivo y Empresarial, Prevención de Riesgos Laborales y Psicología del Trabajo, de las Organizaciones y Gestión de RRHH la han ayudado a entender los procesos de selección y ser intermediaria entre el candidato y los reclutadores.
La herramienta: el Funnel o Embudo del Proceso de Selección
El Funnel o Embudo del Proceso de Selección: aunque es un concepto que hasta ahora no se había explicado como tal, cualquier proceso de selección cuenta con sus etapas que se podrían asemejar a la forma de embudo.
Esta herramienta se utiliza para explicar en detalle al candidato las diferentes fases tanto desde el punto de vista del reclutador como desde el suyo mismo. Esta información, según comentan los candidatos, les ayuda a:
- Generar o incrementar la empatía con el reclutador y las funciones que debe desempeñar
- Conocer en qué fases pueden actuar
- Conocer cuál es el/los objetivos en cada una de las fases
- Ganar seguridad al conocer más en detalle el proceso.
Desde el punto de vista del responsable de la selección, es necesario contar con cada uno de los pasos que da desde que recibe la petición de cubrir la vacante con sus características hasta que propone candidato.
Pese a recibir cientos de currículums, en una primera fase hace un primer cribado (automático a través de las plataformas online de reclutamiento, manual o ambos) para buscar a los candidatos que mejor se adapten en un primer momento al perfil que busca.
Entre los currículums, el reclutador intenta buscar un perfil que se adapte a los criterios que demandan para el puesto. Solo quienes superan esta nueva criba, que apenas lleva seis segundos por lo que hay que saber bien venderse, llega a la entrevista.
Una vez en la entrevista, es muy positivo pensar en ella como oportunidad para conocerse. No sólo el reclutador busca candidato, sino que el candidato también busca la empresa que satisfaga sus necesidades y demandas. Hay que pensar esta cita como un punto de encuentro y no como un examen.
Es importante que el candidato se focalice en el objetivo de cada una de las fases en las que puede actuar:
– Presentación de la candidatura
– Entrevista de trabajo
Dos son las claves, según la experta, para de verdad ser capaz de destacar y superar la criba curricular:
- Optimizar el currículum: “La clave está en alinear el punto de vista personal, el del reclutador y el de marketing” comenta Tania Benito. Un CV llama la atención cuando está bien estructurado, es coherente y es capaz de haber llegado al punto de encuentro de lo que busca la empresa, el candidato. Para ello, el marketing, el saber venderse uno mismo precisamente para ese puesto, ofreciendo lo necesario para ello, es vital. De hecho, la tendencia pasa por contar con expertos que ayuden a gestionar toda la información laboral, personal y de formación para sacar el mejor partido de cara a selecciones y, cómo no, entrevistas.
- Copy: es necesario dedicarle tiempo a revisar el contenido del currículum. Es la carta de presentación y también lo que hará que el reclutador se pare si ve algo que le interesa. Además de evitar cometer las faltas de ortografía, es recomendable:
- Incluir palabras clave si existen en tu sector. En caso de que se adecúe el documento a cada uno de los puestos, sería recomendable revisar este punto para optimizarlo al máximo.
- Hay que destacar las fortalezas en el currículum: no solo se trata de aportar información sino de que quien lo lee vea cuáles serán los puntos fuertes del candidato
- Incluir palabras en negrita para facilitar la lectura