Donald Trump, siempre polémico, anunció el pasado 7 de julio, que presentará demandas en contra de las empresas Twitter, Facebook y Google, por considerar que fue censurado injustamente.
Según expreso el líder republicano, no solo fue reprimida su voz, sino que se le quita la posibilidad que tienen millones de personas de recibir información a través de sus redes sociales.
Todo lo que hay que saber sobre Donald Trump y su nueva batalla
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Nueva batalla
El expresidente norteamericano siempre se ha caracterizado por ser un hombre que no huye de las confrontaciones. Cuando sus partidarios asaltaron El Capitolio, muchos pensaron que este líder pudo haber evitado esta situación, acción que no llevó a cabo.
Incluso, según los ejecutivos de Google, Facebook y Twitter, por aquel entonces el mandatario se valió de su popularidad en las redes para estimular la violencia en sus partidarios.
Trump, en su momento, negó que tuviese algún tipo de relación con los hechos violentos acaecidos en El Capitolio. Sin embargo, los gigantes de las comunicaciones consideraron que si tuvo algún tipo de incidencia indirecta.
El expresidente manifestó que su demanda llevará a que se termine de una vez por todas con las censuras, así como con el destierro comunicacional que en la actualidad se hace presente en Estados Unidos.
Se vaticina una gran batalla legal, ya que los abogados del expresidente deberán demostrar de alguna manera que dicha querell, no tiene que ver con coartar la libertad de expresión, sino que, por el contrario, se refiere a la necesidad que tiene el líder republicano de volver a expresarse mediante las redes sociales.
Inicialmente Twitter suspendió la cuenta de Donald Trump y, aunque se suponía que la sanción duraría poco, esto se convirtió en un cierre permanente. Lo mismo hizo Facebook, quien expresó que el expresidente había violado las normas establecidas por la empresa y que, en algunos casos, los mensajes publicados incitaban al odio y a la desobediencia de los civiles.
En tanto, YouTube, empresa propiedad de Google, manifestó que el exmandatario estadounidense usaba su plataforma para alentar protestas y no reconocer el triunfo de Joe Biden.
Incitación a un delito Vs libertad de expresión
El hecho de que Donald Trump haya decidido demandar a las grandes tecnológicas, así como a sus principales ejecutivos, ha abierto un debate sobre la línea que debe trazarse para poder diferenciar la estimulación a realizar hechos violentos, de la libertad de expresión.
El exmandatario republicano manifestó que se está violando su derecho a expresarse libremente y que estas plataformas comunicacionales no están respetando lo establecido en la primera enmienda de la constitución de los Estados Unidos.
De igual manera, dijo que es tal el poder e influencia que tienen dichas empresas en la vida de las personas, que estas no deben ser consideradas como compañías privadas, sino que, por lo contrario, podrían llamarse poderes públicos ya que su dominio es tal como el de un gobierno.
Aunque las redes sociales jugaron un papel de vital importancia en la victoria de Donald Trump en 2016, es innegable que durante la campaña presidencial de 2020 se convirtieron en un fardo que vino a disminuir enormemente la popularidad del líder republicano.
Trump aseguró que siendo él un expresidente y teniendo todo el poderío económico que lo respalda, dichas empresas no tuvieron ningún reparo en censurarlo. Lo que hace pensar que lo mismo podrían hacerlo con cualquier persona que represente una amenaza para los intereses de estas grandes de la comunicación.
Difícil decisión
Algunos juristas cercanos al exmandatario han expresado que es un tanto difícil establecer donde termina la estimulación a hechos de violencia y donde se inicia la libertad de expresión.
Como se recordará, en su momento los abogados de Trump expresaron que cuando este solicitaba el apoyo de sus seguidores, lo hacía desde un punto de vista netamente político y que su intención nunca fue propiciar acciones vandálicas.
De igual manera, manifestaron que la justicia estadounidense no logró demostrar ninguna vinculación entre los hechos ocurridos en El Capitolio y los mensajes o vídeos colgados por el exmandatario en sus cuentas de redes sociales.
La demanda ha sido presentada en un tribunal federal de Florida y en ella también aparecen señalados Mark Zuckerberg, propietario de Facebook, Jack Dorsey, directivo principal de Twitter y Sundar Pichai, directivo de Google, quienes, según el exmandatario, tuvieron injerencia directa para que sus cuentas fuesen vetadas y posteriormente cerradas.
Sin posibilidad de éxito
Según han expresado algunos juristas estadounidenses, la demanda presentada por Donald Trump tiene pocas probabilidades de éxito, ya que si bien es cierto que las empresas ofrecen un servicio en el cual los usuarios pueden expresarse libremente, estas compañías son de carácter privado.
Es por ello que cuentan con una serie de restricciones en sus políticas que deben ser respetadas por los usuarios para poder usar sus plataformas. Las empresas, de alguna manera, pueden decidir incluso si cierran una cuenta cuando dichas políticas han sido violentadas por los usuarios.
De igual manera, se cree que esta demanda no es más que una estrategia publicitaria que ha emprendido el exmandatario, ya que según una encuesta realizada en el mes de junio, la búsqueda del nombre de Donald Trump en Google había caído un 95%.
El exmandatario manifestó que está dispuesto a arreglar el asunto fuera de la Corte, aunque no está seguro que de ser reactivadas sus cuentas pueda volver a utilizarlas, ya que su interés fundamental no es otro que hacer respetar la primera enmienda que reza, la libertad de expresión es irrenunciable e inviolable.
Dentro de su equipo legal se encuentra el famoso abogado John Coale, quien emprendió juicios contra las empresas tabacaleras más importantes del mundo, obteniendo victorias en dichos litigios.
Coale dijo en una rueda de prensa que es una responsabilidad poner un freno a las grandes tecnológicas, ya que las personas no pueden expresar a viva voz lo que sienten y sus pensamientos quedan limitados a las exigencias o caprichos de estas empresas.
Indistintamente del resultado del jucio, Donald Trump, desde el momento que introdujo la demanda, nuevamente está en la palestra pública y, como siempre pasa, este líder no le es indiferente a la mayoría de la población, ya que algunos han considerado que ha tomado una actitud valiente ante las imposiciones de Google, Twitter y Facebook.