Las nuevas tecnologías han cambiado para siempre la forma tradicional de hacer negocios. Actualmente es impensable una empresa exitosa que no se dedique al comercio electrónico o que no cuente con presencia digital. Pero para ello se requiere la utilización de una página web. Si te propones crear un portal electrónico para tu negocio, esta práctica guía te vendrá de perlas. Sigue leyendo.
Determina la idea principal de la página web
Antes de nada, debes tener claro el objetivo de tu web. ¿La utilizarás para ofrecer productos o servicios? ¿Quieres ganar nuevos clientes con tu portafolio? ¿O se trata de una web institucional? Esto es muy importante porque te permitirá establecer las funciones más convenientes. Pero antes debes conocer los principales tipos de webs que existen.
- eCommerce: Está dedicada a la venta de productos y servicios.
- Empresarial: Informa sobre las ventajas de una marca, lo que incluye mostrar sus servicios o productos. También destaca la información de contacto.
- De noticias: está dedicada a informar sobre cualquier acontecimiento.
- Blog: Es un sitio personal que te permite compartir tus ideas y opiniones.
- eLearning: Orientada hacia la educación (cursos interactivos).
Establece el dominio
Por ‘dominio’ se entiende dirección electrónica única que se relaciona a una web. En otras palabras, funciona como la puerta de entrada a tu negocio. Así que procura que lleve el nombre de tu empresa, que sea corto y sugerente. Hecho esto, debes establecer una extensión de dominio. Los más comunes son los terminados en com, net, es, eu, org y gov.
Una vez definido el nombre completo que llevará tu dominio, tendrás que registrarlo. Esto se hace a través de agentes registradores acreditados, previa disponibilidad del nombre solicitado. Es decir: el nombre elegido no debe coincidir con otros ya registrados. Para conocer la lista de agentes registradores de dominios acreditados, puedes visitar la web Dominios.es.
Consigue un hosting
El siguiente paso es encontrar un hosting. Se trata de un servicio que te permite alojar la información de tu web en un servidor. Así, cualquier persona podrá acceder a la página cuando lo desee.
Los tres tipos de hosting más populares son:
- Compartido: como su nombre indica, es el que se comparte con otras webs. Es recomendado para páginas con poco tráfico.
- Servidor VPS: contrario al anterior, este es un alojamiento privado, ideal para webs medianas.
- Hosting en la nube o cloud : destinado a páginas con mucho tráfico. Gracias a la nube, distribuye la información en diferentes servidores, lo que permite una actividad constante.
Elige una plataforma donde crear la web
Llegado el momento de crear tu sitio web, debes saber que existen diferentes opciones. La más popular es el sistema de gestión de contenido WordPress. Destaca porque acepta cualquier tipo de web. Sin embargo, debes tener algún conocimiento sobre el manejo de dicha plataforma.
Otra opción es WooCommerce. Se trata de una plantilla o plugin que permite añadir funciones y personalizar las webs diseñadas con WordPress. Su sencillez la ha hecho muy popular.
Pero también están los constructores de sitio web. Son los recomendados para quienes no tengan mucha experiencia. La otra alternativa es hacerlo tú mismo, directamente y desde el principio, lo que te ahorrará dinero.
Construye y añade el contenido
Cumplido lo anterior, ya estarás listo para construir y añadir el contenido. Solo ten en cuenta la importancia del diseño para atraer tráfico a tu web. Cuida muy bien de los elementos más relevantes, como colores, fuentes y menús. También deberás prestar atención al contenido. Debe ser de calidad y seguir las normas SEO para optimizar su posicionamiento en los motores de búsqueda.
Como ves, las opciones para crear una página web son diversas, tanto como las jugadas ruleta. No obstante, si sigues estos pasos no tendrás problemas a la hora de poner en marcha el portal electrónico que desees. Y si no tienes mucha experiencia, aún te quedará la opción de contratar a un experto.
