Tras años de incertidumbre en el ámbito laboral y ahora que la cosa parece haberse normalizado son muchos los que tras años de duro trabajo y un enorme esfuerzo optan por comprar una vivienda e independizarse de una vez por todas, pues superar los cuarenta y seguir en casa de papá y mamá, aunque muy cómodo en determinados aspectos, es también un engorro en otros, y lo es para ambas partes. Así que, con la decisión tomada ha llegado el momento de iniciar una búsqueda que nadie ha dicho que fuera a ser sencilla, más bien, todo lo contrario, pues probablemente todo lo que se muestra ante los ojos de un ávido comprador tendrá pros y contras. Y tras un largo proceso de selección y muchas vueltas a la cabeza, conseguido, la vivienda es nuestra. Pero aquí no acaban los quebraderos de cabeza, ahora viene lo divertido para unos y el horror en su máxima expresión para otros. Y es que, lo de la decoración es algo que no a todo el mundo gusta, y menos ahora que existen tantas posibilidades que uno no sabe por cual decantarse, sin embargo, y tal y como comentan desde Cordats Guillem, “los materiales nobles y las fibras naturales han adquirido un protagonismo especial en la decoración, probablemente este cambio ha sido motivado por una sociedad que huye de todos esos procesos industriales necesarios para crear muchos de los elementos que forman parte de la vida diaria de la mayoría de nosotros, optando por procesos artesanales en los que el impacto ambiental es prácticamente inexistente o nulo”.
Y es que, la artesanía y lo artesanal están de moda. Sin embargo, hubo un tiempo en el que pocos eran los que se querían dedicar a estos oficios con trayectoria ancestral, haciendo que la continuidad de algunos de ellos se viera en peligro.
Afortunadamente, eso ha cambiado y hoy es sencillo encontrar alfareros, cesteros, artesanos del encaje de bolillos o artesanos de encordados. Lo que facilita, y de que manera, dar un toque único a cualquier vivienda, pues con unas sillas o taburetes encordados y un par de cuadrantes con encaje de bolillos se conseguirá crear un ambiente único al alcance de aquellos que valoran lo artesanal.
Pero, tal y como indican desde Cordats Guillem, “los artesanos también nos hemos tenido que reinventar, y ahora los encordados se emplean en otro tipo de elementos imprescindibles en cualquier casa, no solo en sillas y taburetes, sino que también pueden crearse lámparas y tulipas, reposapiés y un largo etcétera. Además, otra de las novedades es la introducción del color, para todos aquellos que deseen algo artesanal y moderno a la par”.
En esto de la artesanía, lo tradicional suele ser lo que más triunfa, pero de las pequeñas innovaciones surgen en ocasiones cosas excepcionales.