El precio del petróleo ha vivido uno de los desplomes más impactantes desde el año 2002, ha sido tal la caída de los precios que países como Venezuela no pueden ni siquiera cubrir los costos de producción.
Esta situación ocurre por dos factores fundamentales, el primero es la aparición del Covid-19, que se transformó en pandemia, y el segundo la guerra de producción entre Arabia Saudí y Rusia que ha llegado a saturar el mercado con más de 10 millones de barriles de crudo excedentes.
Factores que influyeron para que se generara la guerra de producción de petróleo
Rusia es un país no perteneciente a la OPEP por lo tanto sus niveles de producción no están sometidos a la tutela de esta organización petrolera y actualmente ha realizado numerosas inversiones encontrando nuevos yacimientos de crudo, esto le permite aumentar considerablemente la producción y por ende la exportación.
Por otra parte, Arabia Saudí es miembro principal de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y su extracción petrolera así como la producción están sujetas a los lineamientos de este organismo.
Siendo Rusia un gigante petrolero y Arabia Saudí el principal exportador de crudo y sus derivados, es necesario que mantengan negociaciones constantes con respecto a la producción para no saturar el mercado.
Pero a mediados del mes de enero 2020, el presidente Putin tomó una decisión más política que económica por lo que resolvió aumentar considerablemente su producción de crudo.
Esto sin duda alguna debilitó los precios del barril de petróleo en el mercado y el Príncipe heredero saudí intentó convencer al presidente ruso de lo conveniente de reducir la producción de petróleo.
Por su parte, Putin, por encontrarse en campaña política para su reelección, quiso ser extremadamente nacionalista por lo que respondió a la solicitud de Príncipe diciendo que realizar un recorte a sus niveles de producción sería una decisión contraria a los intereses del pueblo ruso así que bajo ningún concepto disminuiría la cantidad de petróleo ofertado.
La respuesta de Arabia Saudí fue aumentar considerablemente sus niveles de producción de crudo, ocasionando esto una sobreoferta petrolera en el mercado, lo que aunado a la incertidumbre que se creó en el mundo por el coronavirus, impactó en los precios logrando que cayeran a niveles históricos.
Consecuencias del excedente petrolero en el mundo
El costo del Brent, es un elemento fundamental para las cotizaciones en las bolsas de valores del mundo, por lo general los altos precios del petróleo se traducen en tranquilidad para los inversionistas y esta a su vez representa calma en los mercados bursátiles.
En tal sentido, los países que tienen una bolsa de valores con la estabilidad propia que impone el mercado, estimula a los grandes poseedores de bonos a dirigir su capital hacia esos países.
Por otro lado, hay muchas naciones del mundo cuya exportación y obtención de divisas depende básicamente de la venta de petróleo, tal es el caso de Venezuela cuyas exportaciones en el 90% de los procesos tienen que ver con el petróleo y sus derivados, que por cierto, este país actualmente atraviesa por una profunda crisis económica y política que se ha acrecentado por la caída de los precios del crudo.
Otro hecho preocupante y el cual es consecuencia directa de la poca demanda petrolera, es que los países productores mantienen una explotación constante en los pozos o yacimientos por lo que se tienen sitios especiales para almacenar el crudo extraído, pero si no se vende no podrá sacarse al mercado el que está almacenado generando esto un problema de tipo ambiental al no tener donde almacenar el petróleo que se sigue produciendo.
Arabia Saudí y Rusia quizás sean los países que menos padezcan las consecuencias de la disminución de los precios, no solo porque tienen una economía mucho más sólida que el resto de los países productores de petróleo, sino también porque el crudo que extraen es del tipo liviano y este es mucho más comercial ya que requiere un proceso más sencillo para su refinación.
Acuerdo entre Rusia y Arabia Saudí
El viernes 10 de febrero, el presidente Donald Trump anuncio que había estado en conversaciones con el Príncipe heredero saudí, Mohamed Bin Salman, quien expresó su intención de realizar un recorte en la producción petrolera con la finalidad de ayudar al aumento de los precios del crudo.
De igual forma Arabia Saudí está dispuesto a firmar un acuerdo con Rusia en el que se comprometen durante un tiempo establecido a mantener una cuota fija de exportación.
Este anuncio generó un impacto positivo en el mercado internacional permitiendo que se dispararan los precios del petróleo en un 30% más en comparación al día anterior a dicho anuncio.
Solo queda que se haga formal el acuerdo entre ambos países y aunque algunas naciones siguen padeciendo el virus Covid-19, existe gran confianza que pronto se podrá controlar esta enfermedad por lo que el mercado petrolero ha sentido un respiro con respecto a la pandemia y esto también ha dado un impulso a los precios del crudo.
Donald Trump ha manifestado estar optimista en cuanto a que en pocos días Arabia Saudí y Rusia pondrán fin a su guerra petrolera y ajustarán su producción de crudo generando esto un punto de equilibrio en el mercado.
El aumento de los precios del petróleo del día 11 de abril se vio reflejado en la cotización del barril tipo West Texas el cual es referencia en los Estados Unidos y que es un indicador para los inversionistas del mundo, este llegó a cerrar en 25,32 USD después de haber estado toda la semana por debajo de los 20 dólares.
Por su parte, la OPEP pretende realizar una cumbre para mediados de Mayo con el fin de establecer lineamientos para un pacto de recortes, por supuesto esto dependerá del control del Covid-19 en el mundo, ya que países miembros se encuentran fuertemente atacados por esta pandemia y aquellos que han podido de alguna forma controlar el avance de la enfermedad, han vivido una recesión económica extraordinariamente fuerte por lo que urge tomar medidas para evitar a futuro otra disminución histórica en los precios del barril de crudo.