El uso de la cámara termográfica facilita localizar con exactitud dónde están las zonas con mayor tensión debido a los cambios de temperatura que registra la piel. Estos datos, combinados con un análisis detallado de los movimientos dolorosos, permite tratar las lesiones con gran eficacia. El tratamiento va encaminado a mejorar tres aspectos:
1. Conseguir moverse, agacharse, levantarse… con mayor fluidez y sin dolor.
2. Disminuir el dolor en reposo.
3. Mejorar la funcionalidad y calidad de vida del paciente.
La utilización de dedales de adherencia, especialmente creados por Thimblex, ayudan a realizar un tratamiento más eficaz.
Se trata de un tratamiento no invasivo que no requiere el uso de agujas ni aparatos eléctricos.
La técnica Thimblex ha sido creada por el ex fisioterapeuta y personal trainer de María Sharapova, Juan Reque.
Las lesiones de espalda son una de las dolencias más comunes en nuestra sociedad. Según el informe del Sistema Nacional de Salud del año 2017 (publicado en 2019), la lumbalgia en la población española es el segundo problema de salud crónico, con el 18,5% de la población afectada, por detrás de la hipertensión arterial, que representa el 19,8%.
Hoy en día, los tratamientos de fisioterapia utilizados para combatirlas seguían un mismo patrón: se incidía en la zona afectada en reiteradas ocasiones hasta que el dolor desaparecía.
Hasta ahora. Thimblex es una nueva técnica que está revolucionado el tratamiento de las lesiones consiguiendo reducir la inflamación y el dolor. Sus principales características son dos: por un lado, al conocer con exactitud la zona de inflamación, los tratamientos son muy precisos, mientras que, además, el uso de una presión negativa en las manipulaciones permite mejorar la circulación de la zona. Asimismo, para lograr mayor eficacia, la técnica Thimblex incide en la mejora de los movimientos y no en la zona del dolor, como en otras terapias.
Lo importante para Thimblex es conseguir moverse con mayor fluidez y sin dolor.
Dos manipulaciones diferentes para tratar la lesión
Creada por el fisioterapeuta Juan Reque, el principal aspecto diferencial de Thimblex es el uso de cámaras termográficas que facilitan el diagnóstico de lesiones musculares. Se trata, por tanto, de un uso revolucionario, ya que las cámaras no se han utilizado con asiduidad para la detección de lesiones físicas. De este modo, gracias a las imágenes obtenidas, se pueden distinguir los cambios de temperatura de la piel, lo que permite que los tratamientos sean más focalizados y efectivos.
Una vez localizada la lesión, la aplicación de la terapia Thimblex utiliza dos tipos de presiones diferentes en su tratamiento, por un lado, presión negativa que aumenta el espacio entre piel y músculo para mejorar la circulación, además de limpiar la zona de sustancias catabólicas negativas; y por otro, la presión sobre músculos y tendones para activar las fibras musculares. Thimblex se ayuda de unos dedales, especialmente diseñados por su creador, para ambas manipulaciones.
El tratamiento va encaminado a activar los músculos y disminuir el dolor, lo que mejorará la facilidad con la que podremos realizar movimientos cotidianos.
Dos de las grandes novedades que aporta este método es que es un tratamiento no invasivo, porque no implica el uso de agujas, ni eléctrico, porque no recurren a la electricidad.
Actualmente, este método terapéutico se realiza en las consultas de Madrid, situada en la calle Costa Rica, 36, y en la calle Kálamos, 30, en Las Rozas.
De personal trainer de María Sharapova a creador de Thimblex
El creador de la técnica, Juan Reque, es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y Fisioterapia. Su pasión por las terapias manuales le llevo a decantarse por ello aplicadas en las lesiones.
Durante más de una década, trabajó en el circuito profesional de tenis, primero como fisioterapeuta ATP y, posteriormente como fisioterapeuta y personal trainer para varios tenistas profesionales, entre ellos, María Sharapova. Asimismo, también ha trabajado para la Copa Davis y Copa Federación de la selección española de Tenis.