El tequila ha recorrido un largo camino desde sus sutiles comienzos en la sociedad como trago en formato chupito acompañado de sal y lima. Aún así, no hay fiesta o bar que se precie que prescinda de él. Pero ha pasado de ser una botella más a un trago gourmet que compite con otros como el whisky añejo o incluso los mejores rones.
El tequila premium en Madrid se ha convertido en una bebida de moda por la que suspiran quienes quieren degustar. Pero, para comprender su valor, hay que tirar desde el origen.
¿Por qué tanto con el tequila?
El tequila es un aguardiente destilado elaborado a partir de la planta de agave azul, originaria de México.
El proceso tradicional de elaboración de tequila consiste en cosechar la planta de agave, cocinarla y fermentar el zumo que se extrae. En México, a menudo se consume durante celebraciones y si ha conseguido realmente algo es posicionarse como símbolo de identidad nacional tanto dentro como fuera del país.
En los locales más sofisticados de las principales capitales, los cócteles a base de tequila se han vuelto cada vez más demandados y los bartenders experimentan con diferentes ingredientes para crear bebidas únicas. De hecho, ha dado lugar también a que se cree un mercado alrededor de los productos más exclusivos de este licor en establecimientos especializados y tiendas temáticas.
Mezclar tequila es una forma de arte que requiere un claro conocimiento de los diferentes tipos y sus sabores únicos para potenciarlos. El tequila blanco, por ejemplo, no está envejecido y tiene un sabor limpio y fresco, mientras que el tequila reposado se envejece durante unos meses y tiene un sabor más suave y complejo.
“Los cócteles a base de tequila, como Margarita y Paloma, son populares en los bares y discotecas de Madrid y, a menudo, incluyen ingredientes como zumo de lima fresco, sirope de agave y refresco de pomelo. También es importante combinar el tequila con la comida y el ambiente adecuados, ya que puede mejorar la experiencia general de beber. En definitiva, es un producto a tener en cuenta no sólo en locales, sino en casa o restaurantes” explican desde Reserva de Icaza.
Todo un canto a la libertad, a la diversión y, sobre todo, a la calidad. Porque si algo está claro es que, la noche, cada vez pide más sofisticación y la garantía de que lo que se solicite a un camarero, se haya seleccionado para ofrecer la máxima calidad.
