Si León tiene una historia a sus espaldas que se remonta nada menos que a la Edad Antigua, su recetario tiene casi el mismo recorrido. Conocida por una gastronomía de calidad y de casi kilómetro cero gracias a una ganadería y cosecha propia, los postres suelen ser uno de los protagonistas a la hora de cerrar la sobremesa.
Su tradición pastelera se ha ido perfeccionando a lo largo de muchos años, décadas e incluso siglos, pero el resultado es único: una gama de pasteles dulces y salados que disfrutan tanto los lugareños como los visitantes.
El hojaldre, protagonista dulce de la sobremesa
El hojaldre de mantequilla tiene una larga trayectoria en León, que se remonta al siglo XIX.
La tradición estuvo influenciada por la cocina francesa, ya que los chefs franceses fueron traídos a León para trabajar en las cocinas de familias adineradas de la época y fueron los encargados de introducir la técnica de crear capas en masa incorporando mantequilla a la base, lo que da como resultado una textura ligera y hojaldrada.
Con el tiempo, los pasteleros de León desarrollaron su propio estilo, utilizando ingredientes locales y adaptando la técnica a sus gustos.
“Una de las características clave del hojaldre mantequilla de León es el uso de mantequilla de alta calidad que se produce aquí mismo, lo que le da a los pasteles un sabor rico y mantecoso que los diferencia” explican desde Valdés Hojaldres.
Otras variedades con base hojaldrada
La variedad de hojaldres de mantequilla en las pastelerías de León ofrecen una gran variedad de presentaciones que también van desde dulces hasta salados.
En su versión más dulce, las palmeras, croissants y ensaimadas, que a menudo se rellenan con crema o mermelada.
En la salada, las empanadas, que se rellenan con carne o verduras, y el pastel de cabracho, un pastel de pescado hecho con hojaldre.
Además, hay especialidades regionales como las mantecadas, que son pequeños pasteles elaborados con mantequilla y harina, y los hojaldres, que son unos hojaldres finos y crujientes que suelen servirse con chocolate caliente. Sin duda, estos son los que más atraen al visitante, que ve cómo esta presentación tan leonesa es la que mejor luce a la hora de probar este manjar.
Cómo se hace este hojaldre de mantequilla
Hacer hojaldre de mantequilla es un proceso complejo que requiere habilidad y paciencia.
La clave del éxito de una repostería es utilizar ingredientes de alta calidad, como mantequilla y harina, y seguir una técnica precisa.
El primer paso es crear una masa mezclando harina, agua y mantequilla. Luego, la masa se extiende y se dobla varias veces, y se agrega mantequilla entre cada capa. Esto crea la textura hojaldrada característica del hojaldre. La temperatura y el tiempo son cruciales para lograr la textura y el sabor perfectos, ya que la masa debe enfriarse y reposar en varias etapas para permitir que se desarrollen las capas.
