La guerra Civil Libia se ha presentado en Medio Oriente desde el 2004 hasta la actualidad. Esta se generó básicamente por el vacío en el poder acontecido desde el derrocamiento de “Muamar el Gadafi”.
En el conflicto, no solo han estado presentes beligerantes de ambos bandos, sino también países en el contexto internacional incluyendo a Egipto, Estados Unidos, Rusia, Francia y muchos más.
Cabe destacar que la crisis en la nación ha llegado a puntos tan críticos que las potencias internacionales han optado por reunirse y conversar sobre posibles soluciones para poner fin a la guerra.
Primera reunión de la crisis de Libia
A pesar de que años anteriores se habían sentado a negociar diferentes potencias intrínsecas en el conflicto, fue el pasado 14 de enero cuando se dieron las primeras negociaciones oficiales entre ambos bandos de la guerra.
Estos últimos están correspondidos por “Fayez al Sarraj”, quien forma parte del gabinete ministerial del país, así como por “Jalifa Hafter”, cuyo título de comandante en jefe le permite tener a su mando a las fuerzas rebeldes.
A pesar de ello, la situación entre ambos personajes fue tan tensa que no hablaron directamente. De hecho, las conversaciones se ejecutaron con intermediarios rusos aunque ambos se alojaban en el mismo complejo.
En las negociaciones no se logró casi ningún aspecto, ya que solo el cese al fuego se pudo determinar mas no soluciones claras al conflicto. Sin embargo, pocas horas después de su finalización, el comandante Hafter huyo del país.
Este último había sido invitado por Rusia desde un principio, y por lo tanto las relaciones entre estos sufrieron un desgaste. Igualmente, el cese al fuego fue roto por Hafter, quien ordenó a sus fuerzas atacar el sur de Trípoli.
Sus beligerantes obedecieron entrando y violentando el conjunto de casas residenciales que se encontraban en el lugar, así como atacando a quienes se oponían a la invasión.
A pesar de ello, Vladimir Putin (Presidente de Rusia) comentó que Hafter si estaba dispuesto a negociar, siendo esto respaldado por el primer ministro del país “Serguei Shoigu”.
Segunda reunión de la crisis de Libia
Gracias a una reunión acontecida entre Vladimir Putin y el canciller de Alemania, Ángela Merkel, se solicitó una reunión en Berlín de las potencias presente en el conflicto Libio.
Cabe destacar que, en este punto no se solicitaba la presencia de Fayez ni Hafter, aunque estos podían dirigirse al lugar si lo deseaban. Asimismo, la conferencia de Berlín se ejecutó el pasado 19 de enero del 2019.
En ella, se sentaron a negociar un “Plan integral” para la solución de la guerra en Libia los diferentes representantes de los países implicados. En primera instancia se decretó el respeto al embargo de armas propuesto en el año 2011 al territorio.
Esto último como una forma de crear presión entre ambos para que el conflicto acabe. Asimismo, se hizo un llamado disminuir la participación acontecida en la crisis de Libia, para crear en consecuencia una reducción en la cantidad de asesinatos del conflicto.
Cabe destacar que esta decisión fue pactada finalmente, y el canciller Ángela Merkel comentó que la conferencia fue un éxito pero que los términos aprobados debían ser enviados al “Consejo de Seguridad de la ONU”.
Según esta representante, lo más importante de la conferencia es que tanto Hafter y Fayez aceptaron respetar cualquier decisión que tome el secretario general de la ONU en su referencia.
Esto permitirá en consecuencia, perpetuar aún más la pacificación en Libia, con el fin de evitar que la crisis siga azotando a todo el territorio y a sus ciudadanos en conjunto.
¿Por qué llamar a un alto al fuego?
Ciertamente existen muchas razones por las que Europa (principalmente) ha incentivado a los bandos de conflicto a lograr la paz. Sin embargo, estos se mostrarán a continuación:
Recursos naturales
Hay que recordar que Libia es uno de los países con la mayor cantidad de hidrocarburos en términos de gas y petróleo de medio oriente. Estos últimos presentan una facilidad de extracción única que es limpia y económica.
Sin embargo, el conflicto ha afectado la infraestructura que permite esta acción y ha creado eventualidades en el proceso de exportación, provocando así que los países participantes gasten en la guerra y no reciban nada a cambio.
Asimismo, el gasto militar que conllevan las potencias en armar a cada uno de los bandos es muy alto. Un ejemplo de esto se puede ver con la distribución de sistemas antimisiles dados por Rusia a Hafter.
Igualmente, se incluye el financiamiento a mercenarios que apoyan al gobierno por parte de Reino Unido, Francia, Italia y Estados Unidos. Sin contar la mancha internacional que dicha práctica propone.
Desgastamiento social
A pesar de que el gasto propuesto por los militantes del conflicto se encuentra presente, las intenciones de llegar a la paz también se deben al desgastamiento social ocurrido en la nación.
De hecho, desde 2014 se han reportado 5000 muertes a causa del mismo, además de un declive económico que ha provocado la disminución del PIB que le ocasionó un déficit del 69%.
Igualmente, su deuda externa ha alcanzado el 110% de su PIB, siendo esta una acción que preocupa al impago de la misma ante la inexistencia de recursos de donde desembolsar el pago.
Miedo a una “Segunda crisis Siria”
A causa de lo mencionado anteriormente, muchos ciudadanos libios se han visto en la necesidad de emigrar a países europeos. De hecho, actualmente hay 417.000 desplazados productos del conflicto.
Esto ha alertado a las autoridades, pues se está creando una “Segunda crisis de Siria”. Hay que recordar que la guerra de esta última nación provocó un total de 5.643.698 refugiados (cifra en aumento).
Asimismo, creó repercusiones en gobiernos como Alemania, Canadá, Egipto, Jordania, Turquía, etc. Dicho aspecto se debe a la necesidad de crear campos especiales en donde alojarlos.
Por lo tanto, Libia puede convertirse en una nueva Siria si el conflicto no termina y podría incurrir en que sus ciudadanos opten por destinos derivados de potencias europeas, aumentando más sus gastos anuales y provocando fallas sociales.