A pesar de todos los pasos que se han dado en materia antifraude gracias a empresas como Serimag, el hecho de que los cheques bancarios se usan cada vez menos es un hecho innegable. No solo en España, sino en gran parte de sus vecinos europeos. De hecho, los talonarios han desaparecido ya en 8 países del continente: Eslovaquia, Estonia, Holanda, Hungría, Letonia, Polonia, Suecia e Irlanda.
A día de hoy en España, el uso de cheques no llega al 2% del total de las operaciones monetarias. Mientras que en el año 2000 se liquidaron en España 150 millones de cheques, en 2016 la cifra no llegó a los 50 millones. Esto supone un descenso de cerca del 70% en el número de operaciones efectuadas a través de este soporte. Sin embargo, en Francia y el Reino Unido este sistema de pago tiene aún cierta presencia. Eso sí, mucha más en el primer país que en el británico.
El estudio Retail Payments and the Real Economy, del Banco Central Europeo (BCE) constata que las tarjetas han contribuído notablemente al mal estado de salud actual de los cheques. También han influído las transferencias bancarias. Además, desde el BCE señalan también que el mercado único de pagos, aún en fase de creación, hará que todo sea digital y que el papel deje poco a poco de tener cabida. Sobre todo por todos los riesgos que implican los formatos físicos: pérdidas, robos, falsificaciones, falta de fondos, etc. A esto se suman las limitaciones que estos pagos analógicos plantean en cuanto a la transparencia y la trazabilidad ya que, cuando un cheque al portador se cobra en efectivo, se pierde su rastro.
Por todo lo anterior, muchos países europeos ya no aceptan los cheques como método de pago ya que estas operaciones, por su propia naturaleza, no pueden procesarse tan eficientemente como otras. Sin embargo, en Francia los cheques siguen teniendo una presencia importante. Según datos del Banco Central Europeo, el país galo liquidó en 2015 casi 2.000 millones de cheques. Estas cifras revelan que el país vecino concentra un 70% de las operaciones realizadas a través de este sistema en Europa. Le sigue de lejos Reino Unido con un 16%. En España representa tan solo el 1,9% del total.