Las Maras son pandillas que se encuentran diseminadas por casi todo El Salvador y, aunque se dice que nacieron en Los Ángeles, Estados Unidos, en los años 70, en la actualidad son la estructura criminal de la sociedad salvadoreña, incluso por diferencias internas estas Maras se han diversificado, por lo que se han creado nuevas bandas que terminan enfrentándose unas u otras.
Durante los últimos 30 años, la criminalidad ha ido aumentando de manera exponencial debido a la presencia de las bandas o Maras, como también se les conocen. Se cree que 1 de cada 4 detenidos en El Salvador están relacionados de alguna manera con estos grupos criminales.
La masacre de Mariona, una batalla campal
Existen dos pandillas que aunque nacieron de un mismo árbol, es decir, la Mara salvatrucha o MS13 son enemigos acérrimos, estos son la barrio 18 y la raza. La semana pasada se generó en la cárcel de Mariona uno de los enfrentamientos más sangrientos de los que se haya tenido recuerdo en los últimos años.
Esto dejó 32 cadáveres totalmente irreconocibles ya que entre uno y otro se procedía a actuar con la mayor brutalidad para desfigurar el rostro a los enemigos, esta pelea se debió a la lucha por el control interno del recinto penitenciario.
Así mismo, estas bandas luchan por manejar el mercado de la droga y el alcohol que genera gran cantidad de recursos y que va directamente a parar a los bolsillos de los líderes de estas bandas.
Aunque inicialmente los líderes de la 18 y la raza habían pactado una alianza para poder enfrentarse con otras bandas, la 18 consideró que la raza había roto el pacto al atacar a un miembro de esa pandilla, que no había podido pagar una droga que había solicitado.
Inmediatamente, la 18 entendió que su supremacía se encontraba amenazada en la cárcel de Mariona, por lo que a pesar de encontrarse en minoría, se enfrentaron directamente a la pandilla de la raza, ocasionando gran cantidad de muertos. Se estima que en la cárcel de Mariona solo existen 400 miembros de la 18 contra 3.000 de la banda de la raza.
Pero se llegó a tal extremo de brutalidad, que varios presos fueron asesinados aplastándoles la cabeza con una piedra y los sesos que eran esparcidos por los pasillos, eran comidos por sus enemigos. El resultado del enfrentamiento en la cárcel es de 8 presos de la 18 muertos contra 24 de la raza, después de la intervención por parte del gobierno, de esta cárcel fueron trasladados un gran número de reos a distintas cárceles de El Salvador.
¿Cómo plantea el gobierno evitar una nueva masacre?
El gobierno de El Salvador estimó una estrategia un poco arriesgada con el fin de poner orden dentro de las cárceles del país, esto consiste en colocar a miembros de bandas rivales en una misma celda de forma tal que se obliguen a convivir.
Según expresó el presidente Nayib Bukele, lo que se espera obtener con esto es eliminar los privilegios con los que contaban estos delincuentes, por supuesto, esta acción traerá dos posibles escenarios:
El primero de ellos, es que las pandillas en cada una de las celdas establezcan un pacto de no agresión, lo que llevará a evitar que puedan enfrentarse en el momento en que se encuentren en el comedor y el patio de ejercicios. Este pacto lleva por nombre “Corre el sur” y la intención es que cooperan para mantenerse vivos pese a sus diferencias estructurales.
El segundo escenario, es que sencillamente la cárcel se vuelva un caos que lleve a matanzas generalizadas entre miembros de las distintas bandas, esto producirá que solo sobrevivan los más aptos y, aunque sea crudo decirlo, irá eliminando por la mano de los propios reos, gran cantidad de detenidos.
Por supuesto, Bukele expresó que esta medida lo que pretende es permitir una socialización entre miembros de bandas rivales y que bajo ningún concepto su gobierno espera que esta acción degenere en una carnicería.
Muchos expertos estiman que ya que dentro de las cárceles existen pandillas con mucho arraigo, tales como la mara salvatrucha, la raza, el barrio 18 sureños, y el barrio 18 revolucionarios, las pandillas de menor tamaño seguramente serán exterminadas por estas que tienen mayor número de integrantes.
¿Tendrá éxito el plan de Nayib Bukele?
En cuanto el presidente informó de la decisión tomada, inmediatamente grupos defensores de los derechos humanos expresaron que se estaba violando la dignidad de los presos y que esto no era más que una venganza por parte del estado salvadoreño en contra de los detenidos.
Debe recordarse que en este país ,de tan solo 6,8 millones de habitantes, 60.000 son miembros de bandas que se encuentran activos en las calles, y que de 39.300 reos, 17.400 pertenecen a las Maras o bandas salvadoreñas.
Así mismo, el hecho de unir pandilleros con estructuras mentales totalmente distintas, hace prever que a corto plazo se generará una matanza sin precedentes, ya que los líderes de estas organizaciones que se encuentran en las calles, no permitirán bajo ningún concepto alianzas o uniones que pongan en peligro la supremacía de las pandillas.
En tal sentido se piensa que aunque entre los planes establecidos por el gobierno se encuentra el colocar dentro de las celdas a los pandilleros en igual número, llegará un momento que aquellas pandillas que tienen mayor cantidad de integrantes permanecerán solos en una celda, por lo que seguirán teniendo el máximo control de las cárceles.
Solo queda esperar que este experimento que está emprendiendo el gobierno de Nayib Bukele produzca efectos positivos, ya que muchos estiman que esto solo aumentará de manera exponencial la violencia entre los reos.
Habrá que esperar también para saber cuáles son las decisiones que toman los líderes de las bandas con respecto al plan de socialización emprendido por el gobierno. Sin embargo, ya muchos consideran que esto, más allá de generar estabilidad y tranquilidad en el reo, será visto como un castigo produciendo mayor incomodidad entre estos y, por ende, mayor violencia.