Ángeles, demonios, dioses, hechiceras y vampiros pueblan el místico Universo en el que estás a punto de adentrarte. Olvida todo lo que creías saber sobre el Más Allá y acompaña a Itziar en su viaje, a través de las Sombras, en busca de su ansiada libertad ¿Qué puede pasar si una Diosa de la Naturaleza, impulsiva y caprichosa, herida por el rechazo de quien creía su alma gemela, decide renunciar a su Divinidad para seducir a un humilde pastor?
Descubre una historia de traición, romance y celos que pondrá del revés la Esfera Celestial. Con este libro, te adentrarás en un mundo de fantasía lleno de magia ancestral, antiguas profecías, oráculos divinos y energías capaces de transformar la realidad que nos rodea. Ángeles, demonios, dioses, hechiceras y vampiros pueblan el místico Universo en el que estás a punto de adentrarte. Olvida todo lo que creías saber sobre el Más Allá y acompaña a Itziar en su viaje, a través de las Sombras, en busca de su ansiada libertad.
‘La Biblioteca de las Almas Condenadas’ (221 páginas, ISBN: 9789403771496) es publicado por medio de Bookmundo.
El libro puede ser comprado en su web. Precio: €8,49.
Soy Celia Esgar, filóloga y creativa apasionada del Romance y la Fantasía. Mi vida siempre ha girado en torno a la creatividad en distintos ámbitos y ahora, después de casi diez años como diseñadora gráfica y web freelace, he retomado el placer de la escritura. De pequeña devoraba libros, las paredes de mi habitación siempre han estado cubiertas de estanterías. Pasaba las tardes en la Biblioteca del pueblo y, cuándo podía, me colaba detrás del mostrador para atender a los lectores. Esa pasión por la literatura, me llevó a matricularme en el Bachillerato de Humanidades. Mi profesora de lengua de aquellos años, Lucila (me impactó tanto que aún recuerdo su nombre), me recomendó estudiar Filología Hispánica para cumplir mi sueño de ser escritora. Pero por circunstancias de la vida… dejé de escribir los últimos años de Universidad. Retomé la escritura, pero más enfocada al diseño y el marketing en mi etapa como emprendedora. La ficción quedó relegada a un par de lecturas