El pasado 21 de noviembre se presentaron fuertes manifestaciones en contra del actual mandatario guatemalteco Alejandro Giammattei, así como de los miembros del congreso.
Las manifestaciones dejaron como saldo la detención de aproximadamente 22 personas, así como 20 heridos que, según estimaciones de la prensa, fueron víctimas de la excesiva fuerza de contención utilizada por los organismos policiales.
Razones por las que se produce el incendio del congreso de Guatemala
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Generación de las manifestaciones
En una concentración multitudinaria que reunió aproximadamente a 7.000 personas frente al palacio de gobierno en Guatemala, la población expresó su repudio al actual sistema de gobierno.
Fue tan intensa la jornada de protestas que, como una situación inédita en el país, algunos manifestantes procedieron a quemar las instalaciones del congreso nacional.
Los principales motivos que llevaron al descontento de los guatemaltecos fueron los siguientes:
Presupuesto para el año 2021
El parlamento de Guatemala, donde existe una mayoría oficialista, decidió aprobar un presupuesto para el año 2021 de 12.800 millones de dólares. Esto según estimaciones representa más del 40% del presupuesto del año anterior.
Y lo que es peor aún, es que decidieron congelar las partidas para combatir la desnutrición infantil o el equipamiento de hospitales ya que, según los congresistas, el estado no cuenta con los recursos suficientes para hacer frente a esos gastos.
Es decir, abandonaron la nutrición, la salud y la educación, pero aumentaron las partidas para el desarrollo de infraestructuras que, indudablemente, beneficiará al sector privado.
Otro hecho que aumentó la cólera de la población es que la aprobación del presupuesto se realizó en una sesión que se llevó a cabo en horas de la madrugada, la cual fue citada con carácter de urgencia.
Incluso, muchos parlamentarios de la oposición expresaron que no habían tenido ni siquiera tiempo para analizar las partidas propuestas y que se logró la aprobación del presupuesto por la mayoría oficialista.
A raíz de las manifestaciones, el congreso dio marcha atrás a la aprobación del presupuesto y manifestó que será revisado concienzudamente para lograr el mayor beneficio para el país.
Gestión presidencial
Según el pueblo de Guatemala, el presidente se ha mostrado incapaz no solo ante la lucha contra el Covid-19, sino que también ha sido indiferente ante las desgracias naturales generadas por los huracanes que han pasado por esa nación.
Según algunas encuestadoras, la aprobación del presidente Alejandro Giammattei es de menos del 25%, lo que está a punto de generar una crisis política.
Ante esta situación, el vicepresidente Guillermo Castillo, invitó al primer mandatario a que ambos renunciaran a sus cargos ya que consideraba que no habían logrado llenar las expectativas de la población.
Por su parte, el presidente Alejandro Giammattei tan solo expresó que sobre esa nación existe una grave amenaza institucional, por lo que en aras de preservar la democracia en Guatemala, pedirá el apoyo de la comunidad internacional.
Corrupción
Sin lugar a dudas, Guatemala es uno de los países centroamericanos con mayor nivel de corrupción. Como ejemplo puede mencionarse al expresidente Pérez Molina y su vicepresidenta Roxana Baldetti, quienes se encuentran tras las rejas a la espera de un juicio por hechos de malversación de fondos y corrupción.
Tan solo Venezuela, Haití y Nicaragua son considerados en América los países más corruptos y la llegada del actual mandatario guatemalteco no ha hecho sino incrementar los rumores de que se están usando los fondos públicos para favorecer a poderosos grupos económicos que hacen visa en el país.
Aumenta la tensión política en Guatemala
Según la procuraduría de derechos humanos de la nación, las fuerzas del orden público cometieron una serie de abusos en contra de la población civil que ejercía de forma pacífica su derecho a la protesta.
Incluso muchos expresan que los responsables de la quema del congreso pueden ser personas infiltradas en las manifestaciones. Quienes tienen por misión generar una crisis política.
Según manifestó la misma procuraduría, deben ser destituidos de sus cargos de forma inmediata el Ministro de Gobernación y el jefe de la policía, para que respondan ante la ley por sus atroces actos.
En tanto, se estima que aumente la cantidad de manifestantes en contra del gobierno de Alejandro Giammattei, así mismo se espera que políticos cercanos al mandatario, también puedan mostrar su desacuerdo no solo al presupuesto presentado, sino también a la gestión de presidente.
Si esto sucediera, la presión aumentaría y las llamadas fuerzas vivas de la oposición podrían aprovechar la coyuntura para pedir la salida del poder de Alejandro Giammattei.
Un elemento que enturbia aún más esta situación es la posición del presiente de no querer reformular el presupuesto, así como de mantener en el cargo a las personas señaladas de haber causado daños a los manifestantes.
Según el mandatario, el presupuesto está hecho con el fin de mantener la estabilidad económica de la nación y, de no aprobarse, podría derivar en grandes daños a las finanzas de Guatemala.
Aunque sigue sin explicar, por qué ha dejado desasistido el sistema de salud con la actual crisis del coronavirus para fortalecer la construcción de carreteras, edificios y otras obras de infraestructura, que a la larga beneficiarán a la empresa privada que ejecuta la obra.
Consecuencias de la quema del congreso
Después de que los bomberos lograron controlar y apagar el fuego que consumía una parte del congreso de Guatemala, los parlamentarios se reunieron y decidieron revertir la aprobación del presupuesto.
Voceros oficiales del gobierno expresaron que las investigaciones para establecer responsabilidades aún continúan y que se podrá conocer si esto fue un hecho planificado o una reacción espontánea de los manifestantes.
Se estima que el 40% del congreso quedó destruido por las llamas, entre ello el área donde se realizan las discusiones para las propuestas de ley. Por otro lado, la quema del hemiciclo pareciera ser tan solo el inicio de una batalla en la que se enfrentan miembros de la sociedad civil y políticos.
En tanto, para algunos internacionalistas, la salida del mandatario es inminente, así como la de todo su gabinete y de los miembros oficialistas que forman parte del congreso.