Pese a que a priori pueda resultar chocante, lo cierto es que el ser humano se ha habituado a caminar por la vida sin prestar verdadera atención a todo cuanto le rodea.
Son muchas las razones que hacen que cada día una persona transite y desempeñe sus funciones en espacios y lugares que mira, pero que para nada ve y mucho menos admira o contempla, quizás, si lo hiciese, descubriría que un mundo nuevo se abre ante sus ojos, un mundo de pequeñas cosas que tienen mucho que decir sin pronunciar palabra, y cuya ausencia cambiaría por completo la apariencia, e incluso la esencia de esos lugares que uno frecuenta.
En cualquier caso, esto de no prestar atención a aquello que nos rodea es tan común que, en muchos casos, se hace extensivo hasta al propio hogar, de tal forma que solo aquellos que tuvieron que devanarse los sesos eligiendo esos pequeños elementos que pasan desapercibidos para la mayoría, conocen de la importancia de su buena elección.
Y es que, nadie podrá negar que algo tan sencillo y común como un rodapié suele pasar inadvertido para la mayoría, sin embargo, se trata de un elemento esencial que además de contribuir notablemente a la apariencia de cualquier estancia desempeña una importante función, ¿sabes cuál?
El objetivo de los rodapiés en Madrid, así como en cualquier otro lugar del mundo, no es otro que mantener protegidas las paredes y el suelo ante los roces y la suciedad, además, por supuesto, de corregir esos pequeños defectos que suelen darse en la confluencia de las paredes y el suelo.
Por lo tanto, se podría decir que los rodapiés cumplen dos funciones esenciales, una de protección y otra de corrección, pero que, tanto una como la otra, tienen en esencia la misma finalidad, mejorar la apariencia de cualquier espacio a la par que aporta personalidad, es decir, todo queda resumido a la estética, o es este caso, la decoración.
Lo común es que el rodapié sea del mismo material que el suelo, sin embargo, la enorme variedad de materiales, texturas y colores existentes en la actualidad hacen que sea posible realizar combinaciones capaces de atraer todas esas miradas que, pese a mirar, todavía no han aprendido a ver.
En cualquier caso, los beneficios de dejar de mirar y aprender a ver son innumerables, por lo que este es tan buen momento como cualquier otro para probarlo.
