En el otoño, muchas personas aprovechan la temporada para someterse a ciertos procedimientos quirúrgicos que requieren un tiempo de recuperación y que desean realizar antes de las festividades y las vacaciones de fin de año.
La vuelta a la normalidad suele ser también un periodo en el que muchos reservar las vacaciones para pasar por quirófano y tener el descanso que puedan necesitar.
“Septiembre suele tener las agendas en apertura para poder buscar los huecos y pasar por quirófano. En un mundo donde las intervenciones estéticas se han normalizado y están más que controladas, las fechas se cierran con facilidad” explican desde Clínica Saona.
¿Cuáles son las más habituales?
- Cirugía de pecho: aumentos, reducciones o elevaciones mamarias son unas de las operaciones más comunes en otoño. Al someterse a estos procedimientos en esta época del año, las pacientes pueden recuperarse adecuadamente antes de la temporada de verano, evitando el uso de trajes de baño o ropa ligera que pueda irritar las cicatrices.
- Cirugía corporal: Los procedimientos de cirugía corporal, como la liposucción, la abdominoplastia (también conocida como «tummy tuck») y la lipoescultura, también son populares en otoño. El clima más fresco permite a los pacientes usar prendas de compresión y ropa holgada para facilitar la recuperación.
- Frontoplastia (cirugía de frente): se realiza para corregir arrugas, líneas de expresión y flacidez en la frente y en la zona de las cejas. Muchas personas optan por este procedimiento para obtener una apariencia más rejuvenecida y despejada antes de las reuniones sociales y las fotografías típicas de las celebraciones de fin de año.
- Cirugía facial: lifting facial, la blefaroplastia y la rinoplastia son las más demandadas. Estos meses otoñales son perfectos porque los pacientes pueden evitar la exposición prolongada al sol, que puede ser perjudicial para la piel recién intervenida.
Es importante recordar que cualquier cirugía debe ser considerada cuidadosamente y realizada por un cirujano plástico certificado y con experiencia. Cada paciente tiene necesidades y objetivos únicos, por lo que una consulta con el cirujano es fundamental para determinar el plan de tratamiento adecuado y asegurarse de que la operación sea segura y exitosa.
Además de las cirugías mencionadas, es común que se realicen procedimientos no quirúrgicos, como tratamientos con láser, peelings químicos y rellenos dérmicos, que pueden mejorar la apariencia de la piel y requieren poco o ningún tiempo de recuperación.
