Una de las consecuencias del actual estado de alarma que se ha vivido en nuestro país pasa por la necesidad de dotar a los mayores de una forma distinta de asistencia que no pase por tener que salir de sus domicilios.
“Como en casa en ningún sitio. En realidad, es algo obvio. Las personas mayores quieren estar en su entorno, en su hogar, tanto tiempo como puedan. Es una forma de ayudarles a ganar calidad de vida. Por eso nos encargamos de cubrir con sus necesidades y expectativas” explican desde Serhogarsystem, una consultora integral de servicios y productos que está especializada en las personas y el hogar.
Para los mayores, el interés máximo de sus familiares y suyo propio es conseguir un servicio de proximidad que les evite tener que plantearse el internamiento en una residencia y, menos aún, según lo que se ha ido sucediendo en los últimos meses.
Solo en Madrid, casi el 18% de la población cuenta con más de 65 años, siendo un 5.45% mayores de 80 años que necesitan de cierta ayuda para algunas tareas.
Conseguir cierta autonomía y la no dependencia de familiares pasa por un servicio de atención domiciliaria en forma de asistentas internas, por horas, ayuda doméstica o cualquier tipo de servicios como peluquería, animación, fisioterapia o incluso la preparación de comidas.
Sin embargo, uno de los principales problemas suele ser encontrar a alguien de confianza que avale que realmente estarán bien atendidos.
“Después de más de 15 años ofreciendo y apostando por dignificar la tarea de las empleadas del hogar, nos ocupamos, en nombre de las familias, de seleccionar el perfil idóneo para que el servicio sea de proximidad, realizando visitas continuas y evaluaciones de la experiencia y trato que perciben los mayores y cuidadores. Sobre todo, facilitamos también la tramitación y gestión de la documentación necesaria para que los servicios funcionen de la forma adecuada y legal” explican.
