Por orden del Tribunal Municipal de Jimki, Alekséi Navalni fue encarcelado 30 días, acusado de instigar a la rebelión. La detención podría prolongarse hasta el mes de marzo si la jueza Elena Morozova encuentra suficientes indicios que lo responsabilicen de acciones desestabilizadoras.
La decisión de arrestarlo de la jueza ha sido calificada por Navalni y su grupo de colaboradores como una bufonada o parodia judicial.
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El crítico más ferviente de Vladímir Putin
Pocos minutos después de haber aterrizado en Moscú en un vuelo procedente de Alemania, Alekséi Navalni fue apresado por las autoridades rusas y puesto en custodia.
Inicialmente, este ciudadano moscovita fue acusado y sentenciado por una supuesta malversación de fondos. Sin embargo, muchos analistas políticos coinciden que esos cargos fueron inventados con el fin de sacarlo del juego político.
Desde hace aproximadamente 5 años, Navalni ha presentado una férrea lucha en contra de la hegemonía de Putin y poco a poco ha ido ganando adeptos a sus ideas.
Tanto es así, que en una encuesta reciente, se estableció que su popularidad en unas elecciones libres podría llevarlo a arrebatarle la presidencia de Rusia al actual mandatario.
Este opositor utiliza sus redes sociales para transmitir sus ideas de libertad a los millones de personas que le siguen y, al parecer, el kremlin asume que lo que en otro país es sencillamente uso de la libertad de expresión, en Rusia es una instigación a la rebelión.
La jueza Elena Morozova, inicialmente detiene al activista ruso por haber violado su libertad condicional, pero ahora ha mencionado que este se encuentra bajo investigación por, supuestamente, estar realizando acciones desestabilizadoras. Quizás esta sea la razón por la que Navalni llamó a la decisión de la jueza, la gran payasada.
Algunos juristas han expresado que con el opositor moscovita se han violado todas las normas internacionales de la defensa ya que, inicialmente, se le detiene por un delito y después se le acusa por otro.
En un mensaje enviado por Navalni desde la comisaría, instó a sus partidarios a salir a las calles en busca de la libertad. También dijo que Vladímir Putin teme a las reacciones del pueblo ruso y, es por ello, que utiliza la coacción y el temor como arma para mantenerse en el poder.
Este abogado de 44 años de edad, vivió el año pasado uno de los más turbulentos años de su vida ya que, como se recordara, sufrió un intento de asesinato mediante un envenenamiento.
Después de permanecer 5 meses en Alemania, el líder opositor decidió regresar a su país y, aunque en el aeropuerto de Moscú se encontraban gran cantidad de sus simpatizantes, fueron dispersados por las fuerzas de orden público antes del aterrizaje del avión donde venía Navalni.
Hasta la fecha el kremlin ha manifestado que continúa sus investigaciones para establecer quien intentó envenenar a este líder durante un vuelo que realizaba proveniente de Siberia. Aunque todo señala al propio gobierno ruso, han manifestado que no tienen nada que ver con dicho envenenamiento.
Lo que sí reconoció el gobierno, es que los organismos de seguridad de la nación mantienen constantemente vigilado al opositor, ya que al parecer, este ha realizado labores de espionaje para los Estados Unidos.
Sin embargo, se cree que Navalni fue envenenado utilizando para ello el agente nervioso Novichok, arma química que se sabe se encuentra en poder de las autoridades rusas.
El activista sabe que cuenta con el apoyo de la comunidad internacional, que ven en él, la posibilidad de establecer en la potencia europea un gobierno democrático que les permita a los ciudadanos, en un proceso transparente, escoger a sus gobernantes.
Contra Navalni se ha emprendido una campaña de descredito ya que, incluso opositores rusos lo califican de nacionalista y, según estiman, de llegar al poder sería mucho más totalitario y represivo que el actual mandatario ruso.
El kremlin contraataca
Después que Navalni fue señalado por el kremlin como desestabilizador del sistema de gobierno ruso, éste ha sido atacado por todos los flancos. Por ejemplo:
En el año 2019, presentó un cuadro complicado de salud debido a una dermatitis de contacto. Al parecer uno de los presos utilizó un agente químico que causó daño en la piel del opositor ruso.
Fue por ello que debió ser aislado del resto de la población carcelaria para evitar lo que los medicos señalaron como una enfermedad no identificada que podría ser altamente contagiosa.
A principio del año 2020, llegando al aeropuerto de Moscú, otro pasajero le arrojó un tinte verde que le ocasionó graves quemaduras en los ojos que, de no haber sido tratadas a tiempo, podría haberle ocasionado una ceguera total.
El 27 de agosto, mientras se encontraba en coma inducido en la ciudad de Berlín, un tribunal de Moscú permitió la confiscación de todos los bienes de Navalni, a excepción del apartamento donde vivía.
Pero en el mes de diciembre, otro tribunal solicitó la incautación de su apartamento así como la congelación de todas sus cuentas bancarias. De igual manera se le prohibió realizar cualquier tipo de transacción comercial hasta tanto las investigaciones sobre malversación de fondos continúen.
Según una empresa denominada como Moscow Schoolchild, Alekséi Navalni se habría aprovechado de la confianza del dueño para desviar fondos hacia sus cuentas privadas.
De igual manera, por la irresponsabilidad del líder opositor, dicha empresa habría perdido cerca de 1,14 millones de dólares por lo que lo demandaron, no solo por malversación de fondos, sino también por difamación y daños morales.
Casualmente, el dueño de dicha empresa es un ciudadano muy cercano al kremlin y, por supuesto, al presidente Vladímir Putin.
Estrategia jurídica
Vladímir Putin sabe que tiene en este activista ruso un ferviente enemigo por lo que no puede encarcelarlo directamente ya que sería objeto de duras críticas e, incluso, sanciones por parte de la comunidad internacional. Es por ello que está utilizando la justicia rusa para darle visos de legalidad, a la detención y posterior encarcelamiento de Alekséi Navalni.
En tanto, los tribunales de Rusia deberán actuar con sumo cuidado ya que las decisiones que tomen se encuentran en la actualidad bajo el escrutinio internacional.
Por su parte, Navalni sabe que no está solo en su lucha por la democracia de Rusia ya que lo respaldan no solo millones de ciudadanos, sino también las naciones del mundo libre.
