El papel de un administrador de fincas es fundamental para garantizar la correcta gestión y mantenimiento de propiedades y comunidades de vecinos. Su función abarca una amplia gama de tareas que aseguran el buen funcionamiento y la armonía dentro de una finca, ya sea una urbanización, un edificio de apartamentos o un complejo de viviendas. Algunos servicios esenciales que debe ofrecer para cumplir con sus responsabilidades de manera eficiente, son:
Gestión económica y financiera: Uno de los servicios más importantes que ofrecen los administradores de fincas en Barcelona, es la gestión económica y financiera de la comunidad. Esto incluye la elaboración y control del presupuesto anual, la administración de los ingresos y gastos, y la gestión de la contabilidad. Se encarga de recaudar las cuotas de los propietarios, realizar los pagos a proveedores y llevar un registro claro y transparente de todas las operaciones económicas.
Además, es responsable de presentar las cuentas anuales a la comunidad y proponer medidas para optimizar los recursos, como la renegociación de contratos de suministros o la implementación de planes de ahorro energético. Debe asegurar que las finanzas de la comunidad se mantengan en orden y que todos los propietarios estén informados sobre el estado económico de la misma.
Mantenimiento y conservación de la propiedad: Esto incluye la supervisión de los servicios de limpieza, jardinería, mantenimiento de piscinas, ascensores y cualquier otra instalación común. Debe coordinar a los proveedores de servicios y asegurarse de que las tareas se realicen de manera regular y conforme a los estándares acordados.
En caso de averías o problemas técnicos, es el encargado de gestionar las reparaciones necesarias, solicitando presupuestos y contratando a los profesionales adecuados para resolver los inconvenientes de manera eficiente y rápida. Además, es su responsabilidad realizar inspecciones periódicas para garantizar que la propiedad se mantiene en buen estado y que se cumplen las normativas de seguridad y prevención.
Gestión legal y normativa: Esto implica asegurar que la finca cumpla con todas las normativas vigentes, como las relativas a seguridad, accesibilidad y protección contra incendios. Se mantiene actualizado con los cambios en la legislación que puedan afectar a la propiedad y asesora a la comunidad sobre las acciones a tomar para cumplir con la ley.
Asimismo, se encarga de gestionar cualquier tipo de procedimiento legal que pueda surgir, como reclamaciones por impagos de cuotas o conflictos entre propietarios. En este sentido, actúa como intermediario entre las partes implicadas, buscando soluciones amistosas y, en caso necesario, representando a la comunidad en procedimientos judiciales.
Convocatoria y gestión de juntas de propietarios: Es responsabilidad de él convocar a los propietarios a las reuniones ordinarias y extraordinarias, preparar el orden del día y elaborar las actas correspondientes. Durante las juntas, asesora a los propietarios sobre los diferentes puntos a tratar, facilita la toma de decisiones y se asegura de que las resoluciones se cumplan.
La correcta gestión de las juntas es vital para el buen funcionamiento de la comunidad, ya que es en estas reuniones donde se deciden aspectos cruciales como el presupuesto anual, las obras de mejora o mantenimiento, y la elección de los cargos de la junta directiva.
En IndurFincas, comentan: “Entendemos la importancia de una administración eficaz para garantizar el buen funcionamiento y la valorización de tus bienes”.
Los servicios esenciales que ofrece un gestor de propiedades abarcan la gestión económica, el mantenimiento de la propiedad, la gestión legal, la organización de juntas de propietarios y el asesoramiento personalizado. No solo garantiza el buen funcionamiento de la comunidad, sino que también contribuye a mejorar la calidad de vida de sus residentes, asegurando que todas las áreas de la gestión de la propiedad se manejen de manera profesional y transparente.
