Ante el alarmante incremento de casos de violencia de género registrado en 2023, según datos del Instituto Nacional de Estadística, se hace imprescindible la toma de medidas efectivas para combatir esta problemática. En dicho año, se contabilizaron 36.582 mujeres víctimas en casos donde se dictaron medidas cautelares u órdenes de protección, lo que representa un aumento del 12,1% respecto al año anterior. Es particularmente preocupante que casi la mitad de estas mujeres, el 47,8%, se encuentren en el rango de edad de 30 a 44 años.
Ante estas cifras, resulta crucial no solo denunciar estos actos de violencia, sino también contar con la asistencia de una abogada especializada que brinde el apoyo y asesoramiento necesarios para proteger a las víctimas y garantizar que se haga justicia.
¿Qué se considera violencia de género?
Es un fenómeno complejo y multifacético que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se refiere a cualquier acto de violencia basado en el género que resulta, o es probable que resulte, en daño físico, sexual, psicológico o sufrimiento para las personas, incluidas amenazas de tales actos, coerción o privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada. Está predominantemente dirigida hacia las mujeres y las niñas, es una manifestación extrema de la desigualdad de género y una violación grave de los derechos humanos.
- Tipos de violencia de género: Puede manifestarse de diversas formas, algunas de las cuales incluyen:
– Física: Involucra cualquier acto que cause daño corporal a la víctima. Ejemplos incluyen golpear, empujar, patear y cualquier otra forma de agresión física.
– Sexual: Incluye cualquier acto sexual no consentido o forzado, incluyendo la violación, el abuso sexual y el acoso sexual. También puede incluir la explotación y el tráfico sexual.
– Psicológica: Se refiere a cualquier comportamiento que cause daño emocional o mental. Esto puede incluir insultos, amenazas, humillación, manipulación y aislamiento de la víctima de sus redes de apoyo.
– Económica: Implica el control o la limitación del acceso de la víctima a los recursos económicos, lo que puede incluir la prohibición de trabajar, el control de los ingresos o la privación de los recursos básicos.
“La violencia de género se fundamenta en la idea de superioridad del hombre sobre la mujer, por lo que no solo puede producirse dentro del hogar, sino también fuera de él”, comenta Judit Garrido Abogada.
- Factores contribuyentes: Es perpetuada por una combinación de factores individuales, sociales y estructurales. Las normas de género tradicionales, la desigualdad económica y el poder desequilibrado en las relaciones juegan un papel crucial en su perpetuación. La cultura del silencio y el estigma asociado a la denuncia también contribuyen a la perpetuación del problema.
- Respuesta y prevención: Abordar esta problemática requiere un enfoque integral y multifacético. Las respuestas deben incluir la legislación y las políticas que protejan a las víctimas y castiguen a los perpetradores, así como programas de apoyo y servicios para las víctimas. La educación y la concienciación pública son cruciales para cambiar las normas sociales y reducir el estigma asociado a la denuncia.
Las organizaciones no gubernamentales, los gobiernos y las comunidades desempeñan un papel crucial en la prevención y respuesta. Los programas de prevención deben abordar las raíces de la desigualdad y promover relaciones de respeto y equidad. Los servicios de apoyo deben ser accesibles y sensibles a las necesidades de las víctimas.
La violencia de género es una violación grave de los derechos humanos que afecta a individuos y sociedades enteras. Reconocer y abordar sus múltiples formas y factores contribuyentes es esencial para crear un mundo más equitativo y seguro para todos. La eliminación requiere el compromiso de todos los sectores de la sociedad para garantizar la igualdad de género y la protección de los derechos humanos de todas las personas.
