Fundación Madrina, solicita al gobierno que elimine las trabas burocráticas y facilite el trabajo de las ONG´s y de la Sociedad Civil en virtud de poder ayudar a los menores refugiados de la guerra de Ucrania.
A la actual coyuntura que genera el conflicto bélico, debemos añadir que durante la pandemia un 50% de los funcionarios de la administración, teletrabajaba, lo cuál incrementó el número de familias vulnerables. Fundación Madrina reivindica la importancia del trabajo de las ONG´s, pueblos y sociedad civil, las cuales actúan como amortiguador de esta emergencia social. Madrina afirma que los más vulnerables en ningún caso son propiedad del estado y la administración debe permitir que la Sociedad Civil pueda ayudar en virtud de favorecer a los más necesitados.
En las últimas dos semanas, Fundación Madrina denota un crecimiento extraordinario de personas en las “colas del hambre”, motivado por la falta de trabajo y quiebra de empresas, Conrado Giménez, presidente y fundador de Fundación Madrina afirma: “la mejor política social es la creación de empleo, pero hay desconfianza por parte de los empresarios, hay muchos autónomos que no salen adelante especialmente por dos factores, la burbuja inmobiliaria y la inflación que provoca una burbuja de precios, especialmente en productos energéticos y en la cesta de la compra” y añade: “nos encontramos casos de familias que incluso con un trabajo y ayudas oficiales no cubren sus necesidades básicas, familias endeudadas por los altos precios del alquiler y la luz lo que hace inviable a estas familias poder seguir adelante” Conrado Giménez subraya: “esto puede convertirse en una crisis humanitaria sin precedentes pues no hay un control de precios, están desbocados, la suma de la burbuja de deuda y los altos precios más el detonante de la guerra de Ucrania pueden hacer reventar los mercados financieros y en vez de una de cada 4 familias en situación de vulnerabilidad puede subir a 3 de cada 4 familias, por ello es vital controlar los precios, especialmente de la energía, alimentos y vivienda”, concluye: “a muchos se les han acabado los ERTE y se les ha despedido directamente”.
Fundación Madrina denuncia la desconexión de la clase política con la realidad social ya que el Ministerio de Agricultura decidió no entregar la 3ª de fase de alimentos al banco de alimentos de marzo, teniendo de este modo, 1/3 menos de alimentos cuando las colas del hambre han aumentado el doble. Si antes se entregaban 3 Tm de alimentos, ahora solamente entregan 2 Tm para muchas más personas vulnerables.
A todo esto se suma que Servicios Sociales ya no dan ayudas y derivan los casos de personas necesitadas a Fundación Madrina pero muchas de estas personas, carecen de la documentación exigida, que cada vez es más estricta con los papeles y hojas de derivación y si no se cumple con la burocracia administrativa de los Servicios Sociales se impide la entrega de alimentos, y por tanto, la institución disminuye la entrega de alimentos, pues la administración dificulta su entrega a la sociedad civil.
Fundación Madrina reclama al Fondo de Garantía Agraria y al Ministerio de Agricultura aumentar las entregas de alimentos y articular una operativa más eficaz para proveer de alimentos a los más vulnerables. Sería deseable que Gobierno e Instituciones valoren seriamente que donde no llega el estado, llega la Sociedad Civil y ruega encarecidamente se articulen medidas para agilizar esta petición.