El póker es uno de los juegos más populares de los casinos de todo el mundo. Su mezcla de azar y decisiones lo convierten en una opción ideal para aquellos a los que les gustan las emociones fuertes, pero no quieren perder el control de las emociones.
Cada año son más los jugadores que se animan a jugar al póker, sobre todo tras la entrada en escena de los casinos online.
Si te interesa este juego de cartas, aquí tienes una serie de consejos que te van a ayudar a mejorar y a ser mucho más competitivo, en definitiva, jugar como profesionales.
Elimina a todos los rivales que puedas
Cuantos más rivales haya en juego en una mano, menos probabilidades de victoria tendrás. A menos que tengas la mejor mano posible en cada una de las fases de la ronda, tener más rivales enfrente es jugártela a que cada uno de ellos te pueda superar.
Una buena manera de conseguir que los rivales se tiren es jugar agresivo en el preflop. A priori, los adversarios que vayan a un preflop agresivo tendrán una mano de cartas alta —aunque puede darse el caso de que algunos vayan con cartas bajas; pongamos una pareja de cincos o similar—. Cuanto más agresivo juegues, mayores probabilidades habrá de que los jugadores con las manos más débiles se tiren, pero debes calibrar muy bien el potencial de tu mano o de lo contrario verás como tus fichas se reducen a la velocidad del rayo.
No abuses de los faroles
Los faroles son como las dejadas en el tenis, golpes que dan por finiquitado un intercambio y cambian el ritmo de un partido. Pueden ser muy efectivas, pero si no están bien ejecutadas, tu rival puede devolverte la bola y ahí estarás casi muerto.
En el póker, el farol puede ser tu mejor opción de victoria —de hecho, puede que sea tu única opción de victoria—, pero debes dosificar la forma en la que usas los faroles o estarás fuera de la mesa de juego en muy poco tiempo. Y, por supuesto, no te juegues un farol si tienes a muchos jugadores dentro de la mano; intenta asustarlos y echarlos en el preflop o tendrás problemas.
Si vas de farol, tu objetivo es que tus rivales se marchen de la mano antes de mostrar las cartas. Cuanto antes se vayan tus contrincantes, mejor. Así no correrás el riesgo de tener que enseñar cartas. El póker es un juego en el que es primordial asegurar las ganancias.
No vayas a todas las manos
Gestionar tus fichas es fundamental en el póker. Mira tus cartas y piensa si te merece la pena igualar la ciega mayor o la apuesta inicial de alguno de los jugadores. Si tienes malas cartas es muy probable que lo más inteligente que puedas hacer sea tirarte y guardar tus fichas para una oportunidad más propicia en la que tengas más oportunidades para ganar.
Eso no quita que puedas vencer de manera puntual con una mano de cartas mala, pero a la larga con esa estrategia terminarás siendo el pardillo de la mesa y el primer eliminado de la partida. Así que juega con mesura e identifica qué batallas son las que merece la pena librar.
Haz que tus rivales tomen decisiones
En el póker tienes que probar a tus adversarios, ver de qué pasta están hechos. Esta es la mejor manera que tienes de conocerlos, de saber cómo se comportan. A medida que vaya avanzando la partida estarás obteniendo más y más información que te resultará muy valiosa, porque te ayudará a predecir sus movimientos.
La mejor manera de hacer que tomen decisiones es apretarles, aunque sea poco, es decir, en vez de hacer call —igualar la apuesta rival—, iguala y sube un poco más —lo que consideres que tu mano te puede permitir—. A estas alturas, si estás en la mano es porque tienes una buena jugada, así que deberías poder resubir el bote. El peligro está en si tu mano es un farol y te igualan —nunca te tires un farol sin pensarlo, hazlo de tal manera que tus rivales se vean obligados a tirarse—.
En definitiva, considera las posibilidades de tu mano y, en consecuencia, pon a trabajar las neuronas de tus rivales
Mantente alerta y observa todo lo que sucede a tu alrededor
Para alcanzar el éxito en este juego, necesitas toda la información que puedas recabar. Este consejo, que es especialmente útil en las mesas físicas, también tiene mucho valor en las mesas online.
Abre tus ojos e intenta obtener un aprendizaje de la manera en la que se comportan tus rivales: si tardan mucho o poco en apostar, si juegan muchas manos, si van solo cuando tienen una buena mano… la información que puedes sacar de cada movimiento, de cada pausa, puede ser determinante para el transcurso de tu partida. Jugar al póker exige una capacidad de observación y una concentración altas; no se trata únicamente de jugar tus cartas y apostar fichas, hay mucho más.