“En España siempre hace calor. Daría mucho para vivir allí y disfrutar de la siesta. Esta es la región europea más alegre, con menos estrés, etc.” Estas son algunas respuestas en relación a la encuesta que nosotros, un grupo de estudiantes de Varsovia, apasionados del español, hemos realizado sobre la imagen de este país ibérico, sobre su gente y cultura. Pero nos preguntamos cómo es en realidad. ¿Es verdad que este es el país de la incansable felicidad? Estamos decididos a desmentir estos tópicos y aclarar cuáles de esos estereotipos son reales y cuáles no.
El estereotipo más famoso para los polacos sobre España corresponde con el idílico tiempo que cubre de luces a este país. Un continuo y perfecto verano de 365 días donde comer helados, andar con chanclas y descansar bajo las altas palmeras que, desafortunadamente y en ningún caso, es verdad. Todo depende de la región. En el sur de España hace calor desde que empieza la primavera hasta el inicio del otoño. En el norte, todo lo contrario. Regiones como Galicia, Cantabria o Asturias son características por sus continuas lluvias, incluso en época de verano y en Madrid o Castilla León te puedes enfrentar a nieves y a sus fríos inviernos. Calor sí, por supuesto, pero con matices.
Otro aspecto que caracteriza a España es la imagen del país y de la Península Ibérica predominada por la siesta. Para los polacos un descanso obligatorio que hace cada español todos los días y algo que nosotros envidiamos. Pero realmente cobra un giro un tanto diferente. A la hora en la que los españoles deberían estar dedicándose a descansar la mayoría se encuentra en el trabajo.
El horario laboral dura desde mañana hasta tarde. Los afortunados que pueden disfrutar de este estereotipo son personas mayores, la mayoría ya jubilada o niños pequeños que no están aún en edad escolar.
El tercer estereotipo rumoreado y el más arraigado, es que todos los españoles saben bailar flamenco y que a cada uno les gusta el arte del toreo. Es verdad que este baile tradicional es algo muy convencional pero es mejor aplicarlo como un aspecto típico del Sur de España. Al mismo tiempo no significa que todos sepan bailarlo. Además, en otras zonas del país hay otros bailes regionales como el chotis de Madrid, la muñeira de Galicia o la sardana de Cataluña. ¿Y qué pasa con los toros? Es un animal nacional pero cuando se trata de la corrida lleva prohibida desde hace mucho tiempo en algunos sitios como Cataluña o Canarias.
Afortunadamente, no solo se trata de imágenes incorrectas e irreales. Los encuestados nos respondieron con muchos estereotipos que cobran veracidad. Uno de ellos, es que los españoles tienen que ser personas completamente felices, positivas y amables, ya que siempre “trae un poco de sol” con su energía y gesticulación. Esto a ojos de los extranjeros se siente en cada rincón del país, allí dónde haya esta nacionalidad. Además, por alguna razón el idioma español está relacionado como el más feliz del mundo.
Todo lo escrito anteriormente se junta con un estereotipo más que muestra la actividad favorita de los españoles, que es pasar tiempo fuera de casa con los amigos o con la familia.
Para nosotros no hay nada más que pueda describir mejor a los españoles que todas estas evidencias. Cuando visitamos España en cada rincón veremos a la gente que toma tapas y charla. También por la noche cada restaurante se encuentra inundado de buen ambiente, sin hacer alusión a la hora de vuelta. Es un fenómeno extraordinario, el cual no podemos observar en ningún otro país.
Si nos paremos por un momento y no somos “tercos como un burro” podemos encontrar la pasión más persistente que una tapa con alguna copa de vino o caña de cerveza en un bar, el fútbol. Y es que, en toda la Península es algo más que un deporte. Cobra un símbolo similar a una religión y cada fin de semana un millón de españoles acuden a los estadios para apoyar a su equipo. Sentados en las gradas pitando al árbitro o comiendo palomitas. Los niños en lugar de ser bautizados son registrados como socios eméritos de estos clubes.
Con toda seguridad, la mayoría de nosotros tenemos una percepción sobre España que no necesariamente es verdadera. Por un lado, nos ayuda a entender la realidad porque genera expectativas acerca de su cultura, de la gente y sus costumbres. Además, nos hace creer que algunas predicciones actúan como hechos, sin haberlas analizado. Sin embargo, los estereotipos contradicen a la realidad y repitiéndolos pueden hacer daño a todo un país. España, como otro cualquiera, es excepcional y rico en cultura e historia que no debe simplificarse ni generalizarse. Por eso, no podemos dejar que nuestras creencias nos impidan verificar cada uno de estos estereotipos y poder así conocer la más bella parte de su propia realidad y conocer así este hermoso país.
