Aunque las estrategias corporativas siguen siempre la línea que ya estaba establecida previamente entre dirección y equipo interno o agencia externa, lo cierto es que enero es el mes de las reflexiones y la puesta en marcha, nuevamente, de estrategias que persiguen dar notoriedad.
Es cuando se definen eventos, campañas e incluso cuando se hace el calendario de los hitos que llegarán en el año.
Pero no hay que olvidar que, es probable que, a medida que el año avance, habrá que hacer ciertas modificaciones que se adapten al verdadero calendario que, en enero, no siempre es ajustado.
Lo primero, es ser realista. La comunicación ha pasado de ser un pilar fundamental casi vinculado a la presidencia o dirección de una compañía a ser casi algo residual durante los últimos años.
Aunque se ha trabajado en la digitalización, no se ha valorado la importancia que tiene de verdad cumplir unos objetivos en este ámbito que ayudaran a las compañías con sus estrategias comerciales.
Y ahí han fallado muchas. 2018 viene con las pilas cargadas en este sector. Ante una competencia mucho mayor al actuar online, contar con profesionales y con una hoja de ruta clara, concisa y efectiva será vital para sobrevivir.
La inclusión de redes sociales en las estrategias, la apuesta por aportar servicios online como incluso la compra de productos y la pasarela de pago segura o incluso volcar parte de la atención al cliente y postventa al propio entorno digital marcará la diferencia de lo que puede estar por llegar.
Consejos para sobrevivir en comunicación este año
Contenido del artículo:
Digitalización
Hablar a estas alturas de la necesidad de digitalizar los protocolos, productos, servicios y apostar por la presencia y reputación online es básicamente llegar tarde.
Ya hace más de un lustro que se empezó a hablar de esto y es necesario, por fin, hacerlo realidad para no quedarse fuera del mercado y en desventaja en relación a los competidores.
Pero nada es imposible aunque llegue algo más tarde de lo aconsejado.
Teniendo claro cuál es el reto se puede tratar de buscar una forma de marketing de contenidos que colabore con las campañas de SEO y SEM para conseguir mejorar el posicionamiento orgánico y de pago de la marca.
La creación – o adaptación – de una web responsive, de fácil navegación, optimizada para toda clase de dispositivos móviles será la clave para comenzar cualquier plan de comunicación. A partir de ahí, hay que plantearse la web como una extensión de las oficinas o comercio.
En ella deberían ser capaces de encontrar todos los usuarios lo mismo que se ofrece en la oficina o comercio. Al menos el principio.
Atención y comunicación con los clientes
Desde que plataformas como Whatsapp lanzaran ya su versión BETA para empresas, parece claro que uno de los pilores e comunicación será con los propios clientes.
No vale solo contar con un mail de contacto, sino que habrá que adaptarse a dar respuestas mucho más cortas en el tiempo y que satisfagan las necesidades de información.
Contar, desde comunicación, con la detección de las claves o de las incidencias más comunes para crear protocolos y respuestas será un acierto.
La tendencia pasará por la atención tipo chatbot que luego derive a una persona capaz de atender de forma personalizada las dudas, quejas o reclamaciones. Sin eso, el cliente se sentirá frustrado y acabará volcando su enfado en foros y redes perjudicando la reputación de marca.
Comunicación y relación con medios
Pese a que vemos cada día cómo cabeceras históricas están echando el cierre, los medios y aparecer en ellos sigue siendo uno de los principales objetivos por la reputación, posicionamiento y relevancia que otorgan.
Plantear las notas de prensa necesarias, pero informativas, es vital para conseguirlo. Aparte de eso, también hay que contar con una manera de comunicar distinta que empezó a asentarse como alternativa en 2017: redes sociales.
El llamado Social Selling, que no es otra cosa que la relevancia e información a través de redes sociales seguirá siendo una de las tendencias.
Para muchos será hablar de ciencia ficción y de una moda, pero nada más lejos de la realidad. Ser capaz de comunicar de verdad en redes sociales moverá audiencias y llegará a targets cada vez mayores.
Profesionales
Durante años los profesionales del marketing, la comunicación y la publicidad se han infravalorado debido a la crisis.
Sin embargo, se ha visto el error que ha supuesto ignorar su profesionalidad para las compañías y pymes y se apuesta por perfiles que de verdad sepan lo que hacen y no hagan parches que luego haya que arreglar por falta de previsión o conocimientos.
En estos años, las que han seguido apostando por la comunicación y marketing han conseguido sobrevivir de una forma más cómoda a la incertidumbre de los mercados, encontrando los nichos y las oportunidades en la red. Es, sin duda, un caso de éxito el haber apostado por no recortar en esto.
Al igual que en otros departamentos se piden profesionales que conozcan esas disciplinas (financiero, compliance, legal…), en comunicación y marketing se necesitan profesionales que conozcan el sector y que sean capaces de sacar el mejor partido a la información corporativa.
Un equipo multidisciplinar que cubra las redes, la comunicación interna y externa así como las oportunidades de las distintas plataformas digitales será la clave para acertar. Cada vez hay más especialidades concretas que sirven para sacar buen partido a cualquier empresa en campos informativos.