La artista madrileña-abulense Sonsoles Masiá fue invitada el pasado mes de abril a Maldivas para realizar una colección de piezas artísticas para el Hotel Entre Azules de la escritora, emprendedora e influencer Ana Hernández Sarriá.
Masiá, quien trabaja temas como el territorio y la astronomía en su obra, acudió a ¨Entre Azules¨ con sus colores, telas y caballete con la intención de plasmar los azules paradisíacos de Maldivas en una obra de abstracción del paisaje que resalta por el original tipo de soporte elegido.
La artista optó por reutilizar un desecho encontrado en Maafushi, la isla donde se encuentra el Hotel. Un objeto, aquel desecho, que simboliza la belleza decadente de este lugar y que sirvió como bastidor de la obra creada para Entre Azules.
Entre Azules Private Limited, en colaboración con ShadowPalm Tours, es el proyecto de la escritora Ana Hernández Sarriá que nació entre las páginas de su tercera novela que lleva ese mismo nombre. Hernández, todo un ejemplo de emprendimiento y superación, ha escrito una novela, ha montado una agencia, un hotel y ha liderado una iniciativa de reciclaje. Ella sabe lo que es ser extranjera y mujer emprendedora en un país musulman. Aunque Maafushi es una de las islas locales más abiertas, lidia diariamente con el carácter y escasez de recursos de las Maldivas. Pero siempre ̈con mucha paciencia y una gran sonrisa¨.
Maafushi difiere mucho de lo que imaginamos como isla-resort en este paraíso. Entre Azules se ha posicionado como una alternativa de turismo más real y nos acerca unas Maldivas auténticas. Se trata de una isla local y, como muchas otras islas, enfrenta graves problemas de gestión de residuos. La isla es bella y decadente, 1 km de longitud de un encanto peculiar que combina la decadencia de sus calles con una vegetación espectacular, buganvillas, palmeras y vivos puestos de frutas. Coloridas calles se mezclan con restos de escombros en una mezcla con encanto. Ambas artistas coinciden al destacar que la mirada del visitante se acostumbra a no verlo y se posa directamente en los magenta buganvilla y tonos azules de su mar.
De esta forma la artista, Sonsoles Masía, re-adaptó su ojo para escarbar en ese encanto y encontrar utilidad en lo desechado, para buscar un objeto que simboliza esa bella decadencia y pudiera servir de bastidor para la obra que iba a cerrar su residencia artística en Entre Azules
Para realizar este conjunto de obras, Masiá se ha basado en las fases lunares y los efectos de las mareas para capturar los colores del amanecer del día después de la luna nueva de abril, fin de Ramadán. Celebrando nuevos ciclos vitales en una isla rodeada de azules y vibrante de vida y tradiciones de culto lunar.
La luna marca un ritmo cósmico que influye sobre muchos seres vivos y regula directamente la biología en especies marinas como el coral. Las mareas influyen en la cantidad de plancton que hay en las capas superiores del océano, atrayendo así a otros animales y permitiéndonos disfrutar de su presencia en fechas señaladas por la luna.
Con esta obra, Sonsoles Masiá ha logrado plasmar la belleza y la decadencia de Maafushi, convirtiendo un objeto local en una obra de arte que celebra la naturaleza y los ciclos cósmicos. La artista ha demostrado su compromiso con el medio ambiente al reutilizar un objeto encontrado en la isla y trabajar sobre una tela excedente de la industria textil. Adquirido gracias a Recovo.co, una empresa que aboga por la transformación de residuos en recursos. Su obra será una adición valiosa al Hotel Entre Azules y una invitación a reflexionar sobre la belleza de los lugares más insospechados.
La obra resultante es una abstracción del paisaje que refleja la influencia de la astronomía y el territorio. Masiá se inspiró en las fases lunares y los efectos de la marea y capturó los colores en el amanecer del día después de la luna nueva de abril. Esta obra refleja la conexión entre el cosmos y la naturaleza y celebra, en definitiva, los ciclos de la vida.