Tras los disturbios que tuvieron lugar 4 de abril, cuandose presentaron hechos de violencia en el condado de Antrim en Irlanda del Norte con la amenaza de que la violencia pudiera propagarse, hacia otros puntos de la geografía, es hora de hacer un pequeño resumen para contextualizar toda la situación vivida.
Se cree que los llamados unionistas, estén detrás de las revueltas populares y que estarían utilizando este método, para presionar al gobierno con respecto a la salida de Reino Unido de la UE.
Irlanda del Norte, de nuevo, en conflicto
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Causas del estallido de violencia en Irlanda del Norte
Los disturbios tuvieron lugar en las áreas unionistas que se encuentran en las cercanías de Belfast y Londonderry. Al parecer, porque las personas reclaman la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
Lo realmente preocupante de esto es que el nuevo acuerdo comercial entre Inglaterra y la UE generará mayores impuestos que terminarán siendo pagados por los ciudadanos.
Por otra parte, la existencia de la llamada frontera irlandesa abierta podría verse amenazada con las nuevas políticas asumidas por Reino Unido ya que estiman deben aumentarse los controles aduaneros y fronterizos de las mercancías que circulan por este paso.
La población cercana a donde se están produciendo los disturbios, está conformada en su mayoría por protestantes y probritánicos, quienes creen firmemente que Irlanda debería ser parte de Reino Unido no como una región independiente sino como una provincia adicionada.
Así mismo, La Asociación para la Defensa del Ulster (UDA) se enfrenta constantemente contra el grupo separatista IRA, quienes estimulan la independencia de Irlanda del Norte.
En tanto, las fuerzas policiales piensan que podría generarse una confrontación entre ambos bandos ya que unos celebran la separación de la Gran Bretaña de la UE y otras la condenan.
Como se sabe, el grupo IRA se ha caracterizado por ser extremadamente violento y para muchos, su vuelta a las calles podría significar dar golpes contundentes, a la estructura de la organización de UDA.
Segregación, parte del conflicto
Más allá de los motivos políticos y económicos que puedan llevar a los disturbios en Irlanda, la razón de fondo es, sin lugar a dudas, que muchos de estos manifestantes se consideran ingleses y ven como posible la separación de Irlanda del resto de Reino Unido.
La segregación ha sido siempre el tema tabú para los políticos irlandeses e ingleses pero, de continuar las protestas y llegar a las sucedidas en el año de 1998, es innegable que las fuerzas vivas de ambas regiones, tendrán que sentarse a negociar tal como lo hicieron el viernes santo de ese año.
Elementos siniestros
La líder unionista Arlene Foster, ha expresado que los disturbios protagonizados recientemente, no están causados por elementos políticos sino por elementos siniestros, con los que se intenta justificar un posterior ataque a quienes creen que Irlanda del Norte e Inglaterra deberían permanecer unidos.
Para esta líder de UDA, aunque existe mucha rabia puesto que la retirada de Reino Unido de la UE debió haber sido discutida y consultada con el pueblo, su molestia no los lleva a causar actos vandálicos, que vayan en contra de las leyes.
Aunque no lo dijo propiamente, insinuó que paramilitares podrían estar dirigiendo el conflicto y esto se ha podido ver, cuándo se ha buscado de herir a la mayor cantidad posible de agentes policiales.
En tanto, las tensiones aumentan día con día y se cree que la Organización Unionista, actúe inteligentemente y busque desmarcarse de los brotes de violencia que existen en Belfast.
Para hacer frente a esta situación, el Primer Ministro Británico Boris Johnson manifestó en su cuenta de Twitter, que se encuentra profundamente consternado y preocupado ante los hechos de violencia acaecidos en Irlanda y dijo la única forma de resolver las diferencias es mediante el diálogo.
Por su parte, el Primer Ministro de Irlanda, Michael Martin, expresó que no creía que elementos siniestros fuesen los causantes del estallido de violencia en la zona unionista.
Aunque sí cree que es la única forma de manifestar descontento de algunas personas, quienes consideran que el Brexit sencillamente ha generado un desequilibrio entre Irlanda y Reino Unido.
Lo realmente preocupante, es la posibilidad que se reavive el conflicto entre los independentistas católicos y los unionistas protestantes que, como se recordará, dejó en el pasado más de 3500 muertos, numerosos heridos y millonarias pérdidas materiales.
Plan orquestado…la sospecha policial
Para el Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI), es muy peculiar la forma en la que se iniciaron los disturbios y, mucho más llamativo aun, que algunas personas que participaban en la quema de vehículos contaran con tan solo 13 años de edad.
De igual manera, en el momento en que comenzó la confrontación, los manifestantes poseían una gran cantidad de cócteles incendiarios, así como trozos de ladrillos, con lo que se enfrentaban a las fuerzas de orden público y a la vez rompían vidrieras de tiendas y ventanas de viviendas cercanas.
Según el PSNI, no es exagerado pensar que el conflicto terrorista que ocurrió hace 23 años, se inició de la misma manera y posteriores investigaciones demostraron que todo había sido parte de un plan orquestado por independentistas, con el fin de generar violencia entre los grupos que conforman la sociedad irlandesa.
El gobierno irlandés debe comenzar un profundo estudio de la situación, para evitar que la zona unionista se convierta en un campo de batalla. Por ejemplo, las medidas tienen que ser mucho más efectivas y no limitarse solo a colocar barreras metálicas para separar al barrio católico del protestante.
Lo más recomendable en este caso, es que se haga un profundo pero rápido análisis, para buscar la raíz real del conflicto y establecer las soluciones que satisfagan a ambas partes.
Por su parte los parlamentarios irlandeses han decidido reunirse, con el fin de expresar mediante un comunicado su desacuerdo ante la situación y han manifestado que ya que todos son iguales ante la ley, cualquiera que la transgreda, debe ser castigada.
Si el gobierno de Boris Johnson no le pone un alto inmediato a esta situación, las protestas podrían pasar a vandalismo y asesinatos, tal como ocurrió en 1998 lo que genero las bases del llamado acuerdo del viernes santo, considerado para muchos un error político.