2020 ha sido un año en el que más del 53% de las empresas españolas han sufrido algún tipo de ciberataque que, en muchos casos, se ha justificado con el trabajo en remoto, lo que ha hecho que haya redes menos seguras que en las oficinas presenciales.
No obstante, pese a los intentos por conseguir vía estrategia phishing accesos a las plataformas empresariales, lo cierto es que la seguridad de la parte online, con la digitalización, se ha puesto en el primer plano de las empresas.
Tanto es así que, ahora, con la llegada de Septiembre, será una de las claves para poner en marcha las bases de un desarrollo que se adentrará de pleno en 2022 y que tratará de frenar los casi 40.000 ataques diarios que sufren las plataformas de nuestro país, tanto públicas, como privadas.
En el caso de las planificaciones empresariales, en el campo del marketing también hay que poner el foco para evitar que se filtren o incluso contaminen los lanzamientos, la información de nuevos productos o incluso los hitos de comunicación que, según la marca, podrían dar al traste con toda la estrategia.
¿Cómo se blinda a los ciberataques el marketing digital?
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La primera apuesta que toda compañía debe poner en marcha y, más aún, con la rápida digitalización que vienen asumiendo desde el pasado marzo de 2020 es la de crear un entorno digital seguro, con pasarelas no solo de pago seguras sino también accesos a áreas privadas y de trabajo reforzadas para evitar intentos de acceso ajenos a la organización.
Cada vez se queda más documentación en la nube
Es un hecho que, desde que se generalizara el acceso y almacenaje en la nube, se beneficiaron los equipos a la hora de poder revisar y disponer de la documentación, planificaciones e incluso documentos oficiales con los que se trabajaba.
El crear un entorno de contraseñas trabajadas, seguras y personales puede permitir controlar, en cada momento, los accesos y detectar horarios u operaciones sospechosos que serían monitorizados.
El encriptar mediante contraseñas también carpetas o documentos puede ayudar cuando se trata de evitar que se hagan públicos los contenidos.
Protocolos comunicados
Es clave que tanto usuarios como trabajadores estén, en todo momento, informados de la situación de seguridad de las distintas plataformas para evitar errores que puedan comprometer la seguridad de un sitio.
Sonados han sido los datos filtrados de cuentas en redes sociales, por lo que estar actualizando las políticas de seguridad a quienes vayan a acceder a ello puede hacer una diferencia, incluso mediante notas de prensa que sirvan, también, como vehículo de comunicación para futuros nuevos usuarios.
Fomentar tanto el uso de firewalls a nivel corporativo como en remoto
El uso de salvaguardas como los firewalls o antivirus tanto dentro de la empresa como para los trabajadores que trabajen en remoto o los usuarios que vayan a conectarse a la plataforma común es uno de los principales puntos clave.
De hecho, más allá de preparar los equipos para los nuevos modelos de trabajo híbridos que se plantean, se trataría también de ayudar a los usuarios con nuevas actualizaciones gratuitas que ayuden a que se mantengan sus equipos y accesos seguros.
Copias de seguridad continuas a nivel interno
Esta va a ser una de las claves en vista de los secuestros de información a los que se ha sometido, por ejemplo, a hospitales y entidades como el propio SEPE. Para evitar esto, nada como contar con una serie de copias de seguridad que, también fuera de la nube, en caso de ataque con éxito, permitan seguir el correcto y normal funcionamiento corporativo sin comprometer la actividad.
Blindar la web al máximo para evitar que pueda ser hackeada
Este es el mayor daño que podría sufrir una web con una reputación de marca de alto nivel. el hecho de que su site se vea comprometida puede suponer una serie de pérdidas en la confianza del público que deje bastante tocada la reputación no solo online de la compañía.
De ahí que se prevea que, durante el próximo 2022, una de las mayores partidas en innovación venga de la mano de la seguridad.
