Cada vez son más las familias que, aprovechando el momento inmobiliario de los últimos años, han adquirido una segunda residencia en el ámbito rural o que, tras mucho pensarlo, han acabado quedándose con las viviendas de familiares que estaban en el pueblo sin más mantenimiento que las pocas visitas que tenían.
“Se ha visto cómo muchos herederos han acabado rehabilitando casas familiares para continuar no sólo la tradición sino también nuevos recuerdos y nuevas experiencias en el ámbito rural. Volver es algo que ha permitido el teletrabajo y cada vez se pasan más temporadas aquí. De hecho, una de las preocupaciones está pensada desde la sostenibilidad. La rehabilitación viene con placas solares y con el crecimiento de la demanda de carpintería de aluminio en Cáceres que dé respuesta a cerramientos seguros y eficientes” explican desde Iceral.
¿Por qué apostar por soluciones como esta?
En primer lugar porque dota de mayor seguridad a los inmuebles, lo que protege de intrusiones no deseadas y también de las inclemencias del tiempo mientras no se está presente. De hecho, las persianas están en auge cuando se colocan de aluminio térmico.
Siguiendo el razonamiento, hay que hablar, sin duda, de la duración de este material, resistente a la corrosión y a las condiciones climáticas, garantizando su integridad. Además, por suerte, este material requiere de poco mantenimiento, lo que sirve para alargar su vida útil y estar tranquilo mientras no se esté in situ.
El aluminio, hoy en día, es una de las soluciones, además, más estética gracias a un catálogo actual lleno de diseño y colores, lo que permite no tener que sacrificar la seguridad con la optimización de recursos y con la armonía del estilo arquitectónico más rural.
“No sólo son de lo mejor en términos de aislante térmico, sino también acústico. En este tipo de viviendas, a las que llegan a última hora del viernes en algunos casos, mantenerlas sin que el frío haya hecho mella es importante y también que sirvan como enclave de silencio y descanso si es lo que se busca” explican.
A diferencia de otros materiales como la madera, no hay que preocuparse por ser atacado por plagas, lo que también sirve de aliciente a la hora de decidirse por ello.
Sin duda, una tendencia al alza que, más allá de abaratar costes finales, permite disfrutar de la seguridad y de la eficiencia energética en rincones en los que disfrutar es obligatorio.