Las insinuaciones de un desconocido al volver a casa. Pedir fotos ligera de ropa o, directamente, desnuda, a una adolescente por redes sociales. Roces sutiles y aparentemente accidentales en un bar. Tildar públicamente de prostituta a una persona por el tipo de fotografías que publica en sus redes sociales… Estas son solo algunas de las situaciones a las que, hoy en día, se enfrentan más de 400.000 personas en nuestro país, de las que un 25%, es decir, nada menos que 100.000, son menores de edad. De todas ellas, se denuncian solo el 2%.
Estas son las cifras reales de la violencia sexual, que abarca un abanico amplísimo de actos no consentidos. Y, lo preocupante, es que siguen creciendo. El número de delitos contra la indemnidad sexual de las mujeres creció un 29,2% en 2021.
La juventud ha normalizado el miedo a ser víctima
La opinión de que la violencia es inevitable y que, si es de poca intensidad, no supone un problema es cada vez más generalizada. Y, de hecho, los jóvenes y adolescentes son el grupo poblacional más sensible al ciberacoso y a las prácticas digitales de dominación, coerción y vigilancia.
En una encuesta realizada por YMCA en Instagram, el 50% de las usuarias que contestaron tiene miedo de que una fotografía íntima suya sea compartida sin su permiso. La juventud ha normalizado el miedo a ser víctima de un delito sexual.
El anonimato de los usuarios en las redes sociales crea el espacio perfecto para la proliferación de nuevas formas de acoso y violencia sexual. Y uno de los problemas es que los nativos digitales no terminan de percibir la necesidad de proteger la intimidad de la misma forma que lo harían offline.
“Solo cuando el acoso se torna extremo comienzan a percibir la amenaza que supone y a vivirlo con miedo. Así, la ciberdelincuencia sexual ha crecido exponencialmente en los últimos 5 años más de un 200%” explican desde YMCA.
Basta revisar las cifras y conclusiones del estudio en las que algunas situaciones, por repetición y extensión, han sido normalizadas y que deberían preocupar sobremanera
- “Me han pedido fotografías mías de carácter sexual por internet”, vivida por el 45% de los/as menores de 25 más de 1 vez.
- “Me han enviado imágenes sexuales por internet”, vivida por el 33% dos o más veces
- “Me han pedido ciber-sexo online”, vivida por el 24%, dos o más veces.
Además, la mayoría reconoce haber dado información personal que pone en riesgo su privacidad y seguridad como dar el número de teléfono propio (el 75%), compartir su ubicación (el 47%) con un desconocido o hablar de sexo con alguien que han conocido por internet (el 30%).
Grooming y Sextorsión: incremento del 374%
Según el último informe de Internet Watch Foundation, en 2021 detectó 182,281 URLs contenían material pornográfico de menores de edad “auto-generado”. Esto supone un incremento del 374% respecto a los niveles prepandemia en 2019. Estos vídeos son resultado de la extorsión y el engaño a jóvenes adolescentes víctimas de grooming (un adulto contacta con un menor a través de Internet haciéndose pasar por un adolescente con la intención de involucrarse en una actividad de naturaleza sexual) y sextorsión (chantaje a una persona con la amenaza de publicar contenido audiovisual o información personal de carácter sexual que le involucra).
En España, se detectaron 482 delitos de grooming a menores y 124 de ciberacoso sexual el pasado año.
YMCA, comprometida con el desarrollo y bienestar de la juventud, lanzamos la campaña #LaCulpaEsSoloSuya que pretende sensibilizar a los y las jóvenes frente a la ciberviolencia sexual para aprender a identificarla y promover su denuncia. A través de la web de campaña laculpaes.ymca.es se encuentran los enlaces y teléfonos de denuncia y retirada de contenido íntimo.
La campaña es parte de un proyecto de sensibilización frente a la violencia sexual en la juventud que cuenta con la financiación del Ministerio de Igualdad.