El domingo 6 de diciembre la dictadura de Nicolás Maduro realizó una elección caracterizada por la abstención y el repudio de los venezolanos hacia este régimen. Poco importó la alta cifra de contagiados y fallecidos por Covid-19, para que el gobierno ordenara se realizaran dichos comicios.
Por su parte, los principales líderes de oposición se negaron a participar en lo que ellos llamaron una farsa electoral, acusando a la dictadura de querer controlar todos los poderes.
Todo lo que hay que saber sobre la gran abstención de los venezolanos
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Asamblea Nacional de Venezuela
La situación política en Venezuela es sumamente compleja, ya que es una dictadura disfrazada de democracia en la que el régimen se vale de su poderío militar, así como el apoyo de bandas armadas para mantener un férreo control sobre el país.
Para el año 2015, la oposición venezolana ganó la Asamblea Nacional de Venezuela, llegando a obtener lo que se conoce como la mayoría simple.
Según la constitución de ese país, esto le daba la posibilidad a los parlamentarios de remover al fiscal general de la nación y escoger nuevos miembros del Tribunal Supremo de Justicia. De igual manera, podían interpelar a los Ministros, solicitándoles la destitución.
Ante este escenario, el chavismo optó por utilizar a su Tribunal Supremo de Justicia y al Consejo Nacional Electoral, declarando que 3 diputados del estado Amazonas no habrían ganado las elecciones, por lo que sería necesario repetirlas. Es por ello que la oposición se quedó sin la mayoría simple, lo que les restaba poder en todos los sentidos.
Paralelamente, como una jugada dictatorial, Nicolás Maduro nombró una Asamblea Nacional Constituyente que dejó sin ningún tipo de participación o poder a la oposición.
En tanto, para este año 2020, el régimen se propuso retomar la Asamblea Nacional pero no porque le importen las funciones de este órgano, sino que para realizar algunas transacciones en el exterior se requiere del apoyo del poder legislativo.
De igual manera, el tener una supuesta Asamblea Nacional plural, permitiría mejorar la imagen internacional de Maduro, haciéndole creer al mundo que su régimen es democrático y no totalitario.
La abstención el gran ganador
La oposición venezolana expresó públicamente que no se dadan las condiciones para ir a una contienda electoral. Esto se debe a la marcada parcialidad del Consejo Nacional Electoral que obedece mandatos directos del chavismo.
Desde hace varios años, se ha pedido que se depure el Registro Electoral de Venezuela, donde constantemente se han señalado hechos irregulares, tales como personas fallecidas que aparecen votando, personas con más de 130 años de edad, etc.
De igual forma, el hecho de que el chavismo, como toda dictadura, no acepte la decisión del pueblo, ha generado apatía y desilusión en las personas, que han entendido que el régimen nunca saldrá por la vía de los votos.
Por ejemplo, cuando el gobierno pierde una gobernación o alcaldía, inmediatamente suspende la entrega de los recursos y nombra lo que ellos llaman un protector, que es un gobernador o alcalde paralelo que maneja todos los recursos, dejando a los verdaderos funcionarios electos por el pueblo sin ningún tipo de poder.
En las elecciones del 6 de diciembre, la abstención, según el CNE, fue de un 69%. Es decir, la participación fue de tan solo un 31%, logrando el Partido Socialista Unido de Venezuela, órgano político del chavismo, el 67,6% de los votos.
Sin embargo, según análisis realizados, la participación no fue mayor al 20%, lo que daría una abstención de un 80%. Esto es considerado como un hecho inédito en un país que mantuvo una larga tradición democrática durante 40 años, hasta 1998, cuando Hugo Chávez llegó al poder.
Aunque se intentó por todos los medios justificar la ausencia de votantes en los centros electorales, voceros del chavismo llegaron a decir que el proceso de votación era tan rápido que por esa razón no se vieron grupos de electores.
La verdad resultó ser otra, y es que los venezolanos están decepcionados del CNE y del TSJ, entendiéndose que siempre el gran ganador será el régimen de Nicolás Maduro.
Oposición venezolana
Como todo régimen totalitario y dictatorial, el gobierno de Nicolás Maduro se encargó de confeccionar una Asamblea Nacional a su medida.
Para ello se valió del Tribunal Supremo de Justicia que, utilizando decisiones judiciales controvertidas, despojó de los partidos de oposición a sus militantes, entregándoselos a los conocidos alacranes o políticos disidentes.
Estos supuestos candidatos, intentaban vender la imagen de que eran contrarios al gobierno, cuando todo el mundo sabe que trabajan para Maduro.
En dichas elecciones participaron los principales partidos tales como, Acción Democrática, Primero Justicia y Voluntad Popular, pero como todos los venezolanos saben, estos no representan un enemigo para el gobierno.
Sin embargo, aún con todo el arsenal de trampa y ventajismo utilizado por el régimen, no lograron capitalizar la misma cantidad de votos que obtuvieron en las elecciones del 2015.
Es decir, que sus propios militantes no salieron a votar, aún cuando los empleados públicos, por ejemplo, fueron amenazados con despedirlos si no iban a respaldar al gobierno.
De esta forma, la oposición venezolana quedó sin representación legislativa, aunque esto es algo que ha venido sucediendo desde la llegada de Nicolás Maduro al poder.
Las elecciones no dan solución a los problemas
Venezuela vive en la actualidad, la tercera hiperinflación más prolongada de la historia. Se estima que más del 57% de los venezolanos viven en pobreza y que los medios con los que subsisten se basan en las remesas que envían familiares que viven en el exterior.
Ante este panorama, el supuesto triunfo del chavismo no mejora para nada el escenario. Incluso podría decirse que lo empeora aún más, ya que la comunidad internacional desconoce los resultados electorales y por ende a la Asamblea Nacional.
Esto sin duda, impedirá que Nicolás Maduro pueda solicitar algún tipo de préstamo a organismos multilaterales, o hacerse con algunos recursos financieros que se encuentran en bancos europeos.
Para los venezolanos la única verdad que existe actualmente, es que el régimen de Nicolás Maduro nunca hará unas elecciones para perderlas.