Para comprender en primer lugar cómo beneficia esta técnica la salud e imagen facial, es necesario comprender en qué se basa. Se trata de la aplicación de ondas electromagnéticas que son de alta frecuencia y que se encargan, con un control absoluto, de calentar ciertas capas de la epidermis.
Estas ondas y su calor lo que consiguen es que se forme nuevo colágeno, que la zona en la que se aplique simula un drenaje linfático, quitando la retención de líquidos, que mejore su circulación y la del tejido subcutáneo y que es capaz de colaborar en la lucha contra la celulitis y la flacidez de la piel, aportando tersura.
Y, todo ello, con un tratamiento indoloro que, tal como explican desde Sanosoy, clínica de fisioterapia en Alcorcón donde disponen de este tratamiento, “mejora considerablemente la apariencia ya que consigue un efecto lifting, rellena la zona de arrugas, lucha contra la flacidez y, sobre todo, mejora la apariencia de bolsas y ojeras al ayudar con la retención y colaborar con la regeneración celular” explican.
En realidad es una de las técnicas más seguras y que, con pocas sesiones, muestra una diferencia considerable. El único efecto adverso está relacionado con la rojez momentánea, producida por el calor que desprenden las ondas, que podría tener la zona tratada, pero que en cuestión de minutos se iría paliando.
Además, es uno de los tratamientos más versátiles por el tiempo que duran sus resultados, que puede ser de hasta tres años y se deja notar desde la primera sesión.
Cuidados tras una sesión de radiofrecuencia
Atendiendo a las recomendaciones de los expertos, durante las siguientes 24/48 horas sería necesario evitar fuentes de calor excesivo en la zona, al igual que evitar tomar el sol directo y continuado.
Será también necesario hidratar la zona, pero en ese caso la recomendación debería venir de parte del profesional que sabrá orientar sobre cuál es la más adecuada para cada caso.
Al igual que es importante hidratar la piel, también es hacerlo desde dentro, por lo que se recomienda prestar especial atención en los días siguientes a la ingesta de agua.
“Hay casos en los que incluso recomendamos la toma de colágeno en comprimidos, pero ya depende de cada caso” comentan.