Imagine que su ciudad disfruta de un sistema económico y de fácil implantación capaz de transformar las aguas residuales que circulan bajo las ciudades en energía limpia y gratuita. Bien, pues esa tecnología ya existe y además acaba de aterrizar en España de la mano de Serbis.
En nuestra compañía estamos plenamente comprometidos con la transición ecológica hacia un mundo libre de emisiones contaminantes y es por ello que llevamos varios años buscando alternativas capaces de transformar las aguas residuales que circulan por las alcantarillas en energía limpia. Fruto de esa búsqueda hemos descubierto un innovador sistema de aprovechamiento energético de aguas residuales ya implantado en otros países europeos.
Tecnología 100% alemana
Se trata de la tecnología Therm-Liner, desarrollada por la compañía alemana Uhrig. Este sistema se instala en el interior de las redes de alcantarillado para generar energía térmica a partir de las aguas residuales, aprovechando que circulan por las alcantarillas a una temperatura constante de entre 12 y 20 grados. Es un sistema perfecto para climatizar edificios a un coste reducido, ya sea alimentando sus sistemas de calefacción en invierno o los de aire acondicionado en verano.
Esta tecnología, de la que Serbis es instalador oficial en España y Portugal, lleva décadas utilizándose con éxito en diferentes puntos del centro de Europa. Por ejemplo, Therm-Liner genera en Alemania la energía de la que se abastecen los sistemas de calefacción de un pabellón deportivo de Berlín y de una guardería de Sajonia, mientras que en Suiza garantiza el suministro de calefacción de todo un complejo residencial.
El sistema patentado por Uhrig e instalado en España y Portugal por Serbis es ecológico, rentable y apropiado para grandes superficies como urbanizaciones, colegios, instalaciones deportivas o edificios industriales. Esto es consecuencia de que la tecnología Therm-Liner necesita un caudal mínimo de 10 litros de aguas residuales por segundo para funcionar a pleno rendimiento, por lo que son las grandes edificaciones las que más rápido rentabilizan la inversión inicial.
Energía limpia, económica y competitiva
Aprovechar todos los recursos a nuestro alcance en un contexto de encarecimiento de la energía y descarbonización de nuestro modelo productivo es una auténtica obligación. Más aún, si hablamos de una alternativa que no contamina y que conlleva unos costes irrelevantes en comparación con los combustibles fósiles e incluso con otras tecnologías renovables. En este sentido, la energía generada a partir de las aguas residuales no solo es sostenible en términos medioambientales, sino que además necesita una inversión económica muy reducida.
La energía térmica generada a partir de las aguas residuales es más rentable que los combustibles fósiles, hasta siete veces más eficiente que la solar fotovoltaica y hasta 30 veces más que la hidroeléctrica. Del mismo modo, se trata de una fuente de energía que carece de impacto paisajístico (al ser invisible a los ojos de la gente), es inmune a las variaciones climatológicas (a diferencia de la eólica o la solar) y tiene unos costes mucho más bajos, pues solo precisa de la inversión en la tecnología que transforma las aguas residuales en energía.
De un modelo de derroche a otro de economía circular
Según datos de la Universidad de Stuttgart, los europeos arrojamos por nuestros desagües una energía equivalente al 10% de nuestras necesidades de calefacción y agua caliente. Lo que hace el sistema Therm-Liner es poner fin a ese derroche apostando por un modelo de economía circular, que aprovecha la temperatura a la que circulan las aguas residuales en las alcantarillas y evita tener que calentar el agua desde cero, un proceso que representa más del 70% de nuestros costes energéticos.
En el caso específico de España, cada año consumimos alrededor de 1.200 millones de metros cúbicos de agua que terminan en las alcantarillas y que gracias a esta tecnología podrían transformarse en energía no contaminante. Hay que tener en cuenta que el agua con el que nos duchamos, bañamos o lavamos tiene una temperatura media de más de 35 grados, que aprovechada convenientemente podría reducir en un 35% las necesidades energéticas de cada vivienda y en una tonelada anual sus emisiones contaminantes.
Tal como explica Pedro Gallego, director gerente de Serbis, “el sistema Therm-Liner es un aliado perfecto para que España complete su transición ecológica en los plazos comprometidos, pues se trata de una tecnología madura, que reutiliza un recurso cada vez más escaso y que además es económicamente muy rentable”. Eso sí, para su implantación es necesario el compromiso de los organismos públicos que gestionan las infraestructuras de saneamiento, pues son ellos los responsables de que Therm-Liner pueda instalarse en las redes de alcantarillado de las ciudades españolas.