Redecorar un baño no siempre es sencillo. En muchos casos, la falta de planificación puede hacer que se pierda un espacio perfecto para aprovechar al máximo las posibilidades.
Desde hace unos años, la tendencia pasa por el plato de ducha, una opción que, además de permitir un acceso más fácil al aseo, en algunos casos, si se quiere, puede dar más espacio al resto del habitáculo con platos de ducha más cortos que las bañeras.
Pero, ¿cómo rematar bien una ducha?
Atrás quedó simplemente el poner cualquier grifo y mampara. Ahora la ducha ha pasado también a ser una experiencia sensorial donde la luz, los chorros e incluso la forma de la ducha cobran protagonismo
Duchas tipo lluvia, grifos con varios chorros que sirvan para relajar distintas zonas del cuerpo en el aseo diario…todo depende de la inversión que se haga y de las ganas de hacer de ese momento uno de los especiales en el día a día.
Para sacar el mejor partido al plato de ducha, es necesario planificar bien cuál será la mampara para evitar que quite espacio o entorpezca el diseño. Actualmente, hay una serie de tendencias que están teniendo gran acogida por la versatilidad que tiene.
“Lo ideal es que se busque la forma de necesitar, exclusivamente, acceso por uno de los lados. Las mamparas de ducha frontales correderas son las que menos espacio demandan y mejor acceso ofrecen al plato, algo que según van pasando los años se hace más importante. Para ello, si se reforma el baño, sería interesante buscar que la ducha tenga tres paredes y solo un acceso. No obstante, cualquier forma de ducha tiene solución para poner la mampara que menos espacio quite” explican desde Mundomampara, quien lleva este año batiendo récords en montajes en Madrid.
A nivel diseño, este año están funcionando muy bien las que tienen perfiles negros y dan una sensación más industrial. Pero depende del gusto de cada persona porque el blanco es un clásico que no pasa de moda, al igual que el cromado.
Dependiendo de la estructura, en el caso de las correderas, hay opciones para que el carril sea más discreto o incluso forme parte del propio diseño con rodillos más visibles.
Algo que parece ahora básico es dar más relevancia al vidrio, apostando por un tipo de cristal o plástico que sea transparente y que, para los más clásicos, solo se vele en la parte corporal, permitiendo ver la cabeza y pies de quien está aseándose.